El Bosque Encantado



Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de un frondoso bosque, donde todos los niños se reunían para jugar y explorar.

En ese bosque, sucedía algo muy especial: las plantas, los animales y hasta los árboles tenían la capacidad de comunicarse entre sí. Las hadas y duendes que habitaban allí les habían otorgado ese maravilloso don.

Sin embargo, nadie en el pueblo lo sabía, hasta que un día, la curiosa y valiente Sofía decidió adentrarse en el bosque por su cuenta. Mientras caminaba entre los árboles, escuchó susurros, risas y cantos. Al principio, se asustó, pero luego se dio cuenta de que el bosque quería comunicarse con ella. - ¡Hola, árbol! - saludó tímidamente Sofía.

- ¡Hola, niña! - respondió el árbol con una voz suave y amigable. Sofía quedó asombrada al descubrir que el bosque podía hablar.

A partir de ese día, ella visitaba el bosque siempre que podía, escuchando las historias de los árboles que habían vivido muchas décadas.

Descubrió que el bosque tenía mucho por enseñarle: le contó sobre la importancia de cuidar y respetar la naturaleza, sobre la paciencia y la sabiduría que se adquiere con el tiempo, y sobre el valor de la amistad y la solidaridad entre todas las criaturas que habitaban allí. Sofía compartió todo lo que aprendía con los demás niños del pueblo, y juntos empezaron a cuidar y proteger el bosque como nunca antes lo habían hecho.

Así, el pueblo y el bosque se convirtieron en grandes amigos, viviendo en armonía y aprendiendo unos de otros.

FIN.

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