El bosque encantado
Había una vez en un hermoso bosque encantado, donde los árboles bailaban al compás del viento y los animales jugaban felices. En ese bosque vivía una pequeña hada llamada Luna, a quien le encantaba cuidar de la naturaleza.
Un día, Luna notó que algo extraño estaba sucediendo en el bosque. Los árboles estaban tristes, las flores se marchitaban y los animales parecían preocupados. Decidida a descubrir qué estaba sucediendo, Luna emprendió un viaje por el bosque.
En su camino se encontró con un conejito llamado Pelusín. - ¿Qué te pasa, Pelusín? - preguntó Luna preocupada. - El río está muy sucio y no podemos beber agua, todos los animales estamos preocupados. - contestó el conejito.
Luna tomó la mano de Pelusín y juntos fueron en busca del río. Al llegar, se encontraron con que el agua estaba llena de basura. Entonces, Luna tuvo una brillante idea.
Convocó a todos los animales del bosque y les pidió ayuda para limpiar el río. Cada animal colaboró con entusiasmo, y pronto el agua volvió a brillar limpia y cristalina. A medida que el bosque se recuperaba, Luna les explicaba a todos la importancia de cuidar el medio ambiente.
Les enseñó a reciclar la basura, a no desperdiciar agua y a cuidar de los árboles. Gracias al esfuerzo de Luna y sus amigos, el bosque encantado volvió a ser un lugar alegre y lleno de vida.
Desde ese día, todos en el bosque se comprometieron a cuidar su hogar, recordando siempre las enseñanzas de Luna. Y así, el bosque encantado se mantuvo hermoso y en equilibrio para siempre.
FIN.