El bosque encantado de Eli y Bella



Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de un bosque misterioso, una escuela muy especial. Esta escuela estaba ubicada justo en medio del bosque y solo los niños más aventureros se atrevían a asistir.

Un día soleado, llegó a la escuela un niño nuevo llamado Eli. Era curioso y valiente, pero también un poco tímido. Apenas entró por las puertas de la escuela, todos los niños lo miraron con curiosidad.

Pero entre todas esas caras desconocidas, hubo una que destacó: Bella. Bella era una niña llena de energía y siempre estaba lista para vivir nuevas aventuras. Se acercó a Eli y le ofreció su amistad sin dudarlo.

Desde ese momento, Eli supo que había encontrado a alguien especial con quien compartir sus días en la escuela. Después de clases, Eli y Bella decidieron explorar el bosque juntos.

Caminaron por senderos llenos de árboles altos y frondosos hasta llegar a un claro donde encontraron algo sorprendente: ¡una criatura mágica! Era un duende travieso llamado Puck que les dijo que necesitaba ayuda para encontrar su varita mágica perdida. Sin pensarlo dos veces, Eli y Bella aceptaron ayudar al pequeño duende.

Siguiendo las pistas que Puck les dio, se adentraron aún más en el bosque encantado. Allí encontraron hadas juguetonas revoloteando entre flores coloridas y unicornios majestuosos bebiendo agua cristalina de un arroyo cercano.

De repente, apareció ante ellos el guardián del bosque, un imponente árbol anciano llamado Sabio. Les advirtió que la varita mágica de Puck estaba en manos de un malvado troll que vivía en una cueva al otro lado del bosque.

Eli y Bella no se amedrentaron y se dirigieron valientemente hacia la cueva del troll. Allí, tuvieron que enfrentarse a desafíos peligrosos como puentes inestables y laberintos oscuros. Pero juntos, superaron cada obstáculo con astucia y determinación.

Finalmente, encontraron al troll dormido profundamente junto a la varita mágica de Puck. Con mucho cuidado, Eli tomó la varita mientras Bella vigilaba al troll para evitar despertarlo. Cuando salieron victoriosos de la cueva, el sol comenzó a ponerse y el bosque se llenó de una luz dorada.

Puck recuperó su varita mágica y les agradeció infinitamente por su ayuda. De regreso en la escuela, todos los niños celebraron el regreso triunfal de Eli y Bella.

El director les entregó medallas por su valentía y los nombró guardianes honorarios del bosque encantado. A partir de ese día, Eli y Bella siguieron explorando el bosque juntos e incluso compartieron sus aventuras con el resto de los niños de la escuela.

Aprendieron sobre el valor de la amistad, el coraje y cómo trabajar en equipo para lograr grandes cosas. Y así fue como Eli descubrió que nunca había estado solo en su nueva escuela; siempre habían criaturas mágicas esperándolo para vivir emocionantes aventuras.

Y gracias a Bella, encontró un hogar en el bosque más hermoso que jamás hubiera imaginado.

FIN.

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