El bosque encantado de la amistad



Había una vez un matrimonio llamado Pedro y Ana que decidieron hacer un viaje a un bosque mágico. Estaban emocionados por explorar la naturaleza y descubrir nuevos secretos en ese lugar tan especial.

Cuando llegaron al bosque, se maravillaron con la belleza de los árboles altos y frondosos, así como con el canto de los pájaros. Pero mientras caminaban, comenzaron a escuchar risas maliciosas provenientes de entre los arbustos. De repente, aparecieron las brujas.

Eran unas criaturas espeluznantes con verrugas en sus narices y sombreros puntiagudos. Pedro y Ana se asustaron mucho al verlas. - ¡Corramos! -gritó Pedro, tomando la mano de Ana. Pero las brujas eran rápidas y comenzaron a perseguirlos.

Los esposos corrieron sin parar por el bosque intentando escapar de ellas. Mientras corrían, vieron una pequeña cabaña escondida entre los árboles. Sin pensarlo dos veces, entraron allí para buscar refugio.

Dentro de la cabaña encontraron un libro antiguo lleno de hechizos mágicos. Desesperados por encontrar una solución, decidieron estudiarlo y ver si podían encontrar algo que les ayudara a enfrentarse a las brujas.

Pasaron horas leyendo cada página del libro hasta que finalmente encontraron un hechizo muy poderoso: "El hechizo del amor". - ¡Ana! ¡Creo que esto nos puede ayudar! -exclamó Pedro emocionado-. Si logramos lanzar este hechizo, las brujas se volverán amables y dejarán de atacarnos. Ana asintió con entusiasmo.

Juntos, comenzaron a practicar el hechizo una y otra vez hasta que lo tuvieron perfectamente memorizado. Cuando salieron de la cabaña, las brujas aún estaban esperándolos afuera. Pero esta vez Pedro y Ana no tenían miedo. - ¡Escuchen! -dijo Pedro en voz alta-.

Tenemos algo muy importante que decirles. Las brujas se acercaron lentamente, intrigadas por las palabras del matrimonio. - Nosotros... nosotros queremos pedirles disculpas por haber invadido su bosque sin permiso -dijo Ana con sinceridad-.

No sabíamos que estábamos interrumpiendo sus vidas y nos gustaría hacer las paces. Las brujas se miraron entre sí sorprendidas. Nunca antes habían escuchado a alguien disculparse con tanta humildad y respeto.

Se dieron cuenta de que Pedro y Ana eran diferentes a los demás humanos que habían encontrado antes. Entonces, Pedro tomó la mano de Ana y juntos recitaron el hechizo del amor. En ese momento, un destello mágico envolvió el lugar y todas las brujas comenzaron a sonreír amablemente.

- Gracias por su perdón -dijeron las brujas al unísono-. A partir de ahora protegeremos este bosque juntas como amigos inseparables. Pedro y Ana se alegraron mucho al ver cómo todo había cambiado.

Las brujas decidieron enseñarles todos los secretos del bosque y juntos vivieron aventuras mágicas. Desde aquel día, Pedro y Ana aprendieron la importancia de pedir disculpas y respetar a todos los seres que habitan en el mundo.

Aprendieron que el amor y la amabilidad pueden transformar cualquier situación difícil en algo maravilloso. Y así, con su nueva amistad con las brujas, el matrimonio vivió felices para siempre en ese bosque mágico.

FIN.

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