El Bosque Encantado de Londres




Había una vez en un mágico bosque en las afueras de Londres, una niña llamada Sofía. Era una niña muy curiosa y aventurera, a la que le encantaba explorar cada rincón del bosque con su pequeño gato, Mishi.

Un día, mientras perseguía a Mishi, Sofía se adentró cada vez más en el bosque, hasta que se dio cuenta de que se había perdido. El miedo la invadió y, desesperada, se sentó debajo de un árbol y comenzó a llorar.

-¿Dónde estoy, Mishi? -sollozaba Sofía mientras abrazaba a su gato. Pasaron unos minutos y un bondadoso guardabosques, llamado Tomás, la encontró. -¿Estás perdida, pequeña? No te preocupes, te llevaré de vuelta a casa -dijo Tomás con una sonrisa reconfortante.

Tomás acompañó a Sofía de regreso a su casa, donde su madre la recibió con un abrazo cálido. -¡Sofía, estás a salvo! Gracias, gracias por traerla de vuelta -exclamó la madre de Sofía, visiblemente aliviada.

Tomás le explicó a la madre lo sucedido y le recomendó que Sofía no se adentrara tanto en el bosque la próxima vez. A partir de ese día, Sofía aprendió a ser más cuidadosa en sus aventuras y a respetar los límites del bosque.

Aunque continuó explorándolo, siempre lo hizo con precaución y con la compañía de un adulto.

Con el tiempo, Sofía se convirtió en una gran guardiana del bosque, ayudando a otros niños a no perderse, impartiendo consejos para cuidar la naturaleza y asegurándose de que todos se divirtieran de manera segura. Descubrió que, aunque el bosque era un lugar mágico, también era importante protegerlo y respetarlo.

Y así, Sofía y Mishi, junto con el apoyo del amable guardabosques Tomás, vivieron muchas aventuras en el bosque encantado de Londres.

FIN.

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