El bosque encantado de los 10 príncipes

Había una vez en un bosque encantado, 10 príncipes vivían casi felizmente. Pero, ¡oh, sorpresa! Resulta que 8 de ellos eran niñas y solo 2 eran niños. Entre las princesas y príncipes reinaba la alegría y la amistad. Juntos, jugaban a las escondidas, recogían frutas del bosque y se divertían explorando su mágico hogar.

Sin embargo, el bosque estaba protegido por un temible dragón guardián, cuyo rugido resonaba por toda la arboleda, protegiendo a las criaturas mágicas y a los pequeños príncipes. Pero, no todo era armonía, ya que en un rincón oscuro y sombrío del bosque, vivía una malvada bruja que odiaba la felicidad ajena.

Un día, la bruja decidió lanzar un hechizo oscuro sobre el bosque para sembrar la discordia entre los príncipes. Con su magia, transformó a las princesas en tristes árboles sin hojas, y a los príncipes en pequeños pájaros que no podían hablar. El bosque entristeció, el dragón guardián lloró lágrimas de fuego y el caos reinó por un largo tiempo.

Pero la esperanza no estaba perdida. Una mañana, un duende sabio vio las travesuras de la bruja y alertó a los pocos príncipes que quedaban. Juntos, tramaron un plan para derrotar a la bruja y deshacer el hechizo. Con valentía, los príncipes se acercaron a la morada de la bruja y con astucia lograron distraerla lo suficiente para robarle su varita mágica. Con la varita en su poder, los príncipes invocaron la bondad y el amor, quebrando el hechizo y devolviendo la alegría al bosque.

Los árboles volvieron a ser princesas y los pájaros recuperaron su forma humana. El dragón guardián rugió de felicidad y los príncipes celebraron con un festín lleno de risas y abrazos. La malvada bruja, despojada de su magia, comprendió que el amor siempre vence a la maldad y se redimió ayudando a reparar el daño que había causado.

Desde ese día, los príncipes aprendieron que la verdadera amistad, el valor y la unión pueden superar cualquier obstáculo, y que juntos son más fuertes. El bosque encantado se llenó de paz y alegría, convirtiéndose en un lugar mágico donde reinaba el amor y la bondad para siempre.