El bosque mágico



Había una vez en un jardín encantado, una hermosa mariposa llamada Margarita y un colibrí muy travieso llamado Lucas. Ambos eran los mejores amigos y siempre se divertían juntos.

Un día soleado, mientras volaban entre las flores, Lucas le dijo a Margarita: "¡Margarita, quiero ir a explorar el bosque! Estoy aburrido de estar siempre en el jardín". Margarita, preocupada por la seguridad de su amigo, le respondió: "Lucas, el bosque es peligroso para nosotros.

Hay muchos animales que podrían lastimarnos". Pero Lucas era muy caprichoso y no escuchaba los consejos de Margarita. Voló hacia el bosque sin pensar en las consecuencias. Margarita decidió seguirlo para protegerlo.

Cuando llegaron al bosque, se encontraron con un grupo de abejas trabajadoras que estaban recolectando néctar para hacer miel. Una abeja les dijo: "Amigos colibrí y mariposa, tengan cuidado con las arañas venenosas del bosque". Lucas rió y dijo: "No tengo miedo de ninguna araña".

Pero antes de que pudiera terminar su frase, una enorme araña apareció justo frente a él. La araña tenía ocho patas largas y peludas. Parecía estar lista para atrapar a Lucas con su telaraña pegajosa.

Margarita rápidamente pensó en un plan y gritó: "¡Lucas, vuela lo más rápido que puedas!". El colibrí siguió sus instrucciones y voló tan rápido como pudo. La araña intentó atraparlo, pero Lucas era demasiado rápido para ella.

Margarita se acercó a su amigo y le dijo: "Lucas, te dije que el bosque no era seguro. Ahora entiendes por qué debemos escuchar los consejos de los demás". Lucas bajó la cabeza avergonzado y se disculpó con Margarita. "Tienes razón, Margarita.

Fui muy caprichoso y egoísta al no escucharte. Gracias por salvarme". Desde ese día, Lucas aprendió a valorar los consejos de sus amigos y a pensar antes de actuar impulsivamente.

Margarita también aprendió que es importante ayudar a los demás, incluso cuando no siguen nuestros consejos. Juntos, continuaron explorando el jardín encantado, pero esta vez siempre estaban atentos a las advertencias de otros animales para mantenerse alejados de peligros innecesarios.

Y así fue como la mariposa Margarita y el colibrí Lucas aprendieron una valiosa lección sobre la importancia de escuchar y aprender de los demás en su camino hacia la amistad verdadera y duradera.

FIN.

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