El bosque mágico de la maestra Damares


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una maestra muy especial llamada Damares.

Ella trabajaba en el jardín de infantes "Rayito de Sol" y era conocida por su alegría, creatividad y amor por enseñar a los más chicos. Un día, la maestra Damares decidió llevar a sus alumnos a un paseo por el bosque encantado que se encontraba al otro lado del río.

Los niños estaban emocionados y no podían esperar para descubrir qué maravillas les esperaban. Al llegar al bosque, la maestra Damares les explicó a sus alumnos las reglas de seguridad y los invitó a explorar.

Los niños corretearon entre los árboles, descubriendo flores de colores brillantes, mariposas danzando en el aire y pájaros cantando melodías alegres. De repente, uno de los niños, Martín, se separó del grupo sin darse cuenta. La maestra Damares notó su ausencia y rápidamente organizó a los demás para buscarlo.

Recorrieron senderos estrechos, cruzaron arroyos y llamaron su nombre una y otra vez, pero Martín parecía haber desaparecido. Después de un rato angustiante, escucharon risas provenientes detrás de unos arbustos.

Corrieron hacia allí y encontraron a Martín jugando con una familia de conejos que vivían en el bosque. Estaba tan fascinado por ellos que no había escuchado cuando lo llamaban. La maestra Damares abrazó a Martín con alivio y felicidad.

Le explicó lo importante que era mantenerse cerca del grupo y estar atento para evitar perderse. Martín asintió con tristeza por haber preocupado a todos, pero también con alegría por la hermosa experiencia que acababa de vivir.

De regreso al jardín de infantes, la maestra Damares reunió a todos sus alumnos alrededor de ella. "Hoy aprendimos una lección importante", comenzó diciendo con ternura en sus ojos brillantes.

"La importancia de cuidarnos unos a otros, de seguir las reglas para mantenernos seguros y de disfrutar cada momento como si fuera único. "Los niños asintieron con entendimiento mientras compartían anécdotas sobre lo divertido que había sido explorar el bosque encantado. Desde ese día en adelante, siempre recordarían la aventura que vivieron gracias a su querida maestra Damares.

Y así fue como la valiente e inspiradora maestra Damares enseñó no solo lecciones académicas, sino también lecciones de vida que perdurarían en el corazón de sus pequeños estudiantes para siempre.

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