El bosque mágico de las apariencias
En el bosque mágico de las apariencias, vivía un oso llamado Benjamín. Benjamín era un oso pardo grande y animal, pero lo más sorprendente de él era que podía cambiar su apariencia a voluntad.
Un día, Benjamín decidió explorar el bosque y conocer a otros animales. En su camino, se encontró con Alicia la ardilla, quien era muy curiosa y le encantaba hacer preguntas a todos los animales que conocía.
-Hola, soy Benjamín, ¿y tú quién eres? -preguntó el oso con una sonrisa. -¡Hola, Benjamín! Soy Alicia, la ardilla más curiosa del bosque -respondió Alicia con entusiasmo. Benjamín, emocionado por conocer a alguien nuevo, decidió mostrarle su increíble habilidad para cambiar de apariencia.
-¡Mira, puedo parecer un oso polar! -exclamó Benjamín mientras su pelaje cambiaba a un blanco resplandeciente. Alicia quedó asombrada por el cambio y aplaudió emocionada. Juntos, Benjamín y Alicia se adentraron más en el bosque y conocieron a Rodrigo el mapache, quien era muy astuto y rápido.
-Hola, soy Benjamín, y esta es Alicia. ¿Y tú quién eres? -preguntó el oso. -Soy Rodrigo, el mapache más veloz del bosque -respondió Rodrigo con orgullo. Benjamín decidió sorprender a Rodrigo cambiando su apariencia una vez más.
-¡Miren, ahora puedo ser un oso panda! -exclamó Benjamín, transformando su pelaje en blanco y negro. Rodrigo quedó impresionado y felicitó a Benjamín por su habilidad. De repente, escucharon un ruido proveniente de un arbusto cercano.
Era Martina la zorra, quien era muy astuta y observadora. -¿Qué pasa aquí? ¿Quiénes son ustedes? -preguntó Martina con curiosidad. Benjamín, Alicia y Rodrigo se presentaron y le contaron a Martina sobre la asombrosa habilidad de Benjamín para cambiar de apariencia. -¡Eso tengo que verlo! -exclamó Martina.
Benjamín decidió transformarse una vez más para sorprender a Martina. Esta vez, se convirtió en un oso negro como la noche.
Martina quedó maravillada y les propuso a todos jugar a las escondidas para seguir descubriendo las sorpresas del bosque mágico de las apariencias. Juntos, los cuatro amigos se divirtieron mucho y aprendieron que las apariencias pueden ser engañosas, pero lo que realmente importa es la amistad y la diversión que compartimos con los demás.
FIN.