El bosque mágico de los sonidos



En un pequeño pueblo de Argentina, vivía una niña llamada Martina, a quien le encantaba hacer sonidos con todo lo que encontraba a su alrededor.

Desde el canto de los pájaros hasta el ruido de las hojas al moverse con el viento, Martina descubría la música escondida en cada rincón. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, Martina encontró una flauta mágica.

Al soplar en ella, emitió un sonido tan hermoso que atrajo la atención de todos los animales del bosque. -¡Vaya, qué flauta tan especial! -exclamó un gato curioso. -Sí, su música parece tener poderes mágicos -respondió un búho sabio.

Emocionada, Martina decidió explorar el bosque con su nueva flauta, y juntos, crearon melodías que resonaban por todo el lugar. Con el tiempo, Martina descubrió que cada sonido que hacía con la flauta tenía un efecto único en la naturaleza.

El sonido agudo de la flauta podía hacer crecer las flores, mientras que el sonido suave calmaba a los animales asustados. Fascinada por el poder de la música, Martina decidió usarlo para ayudar al bosque y a sus habitantes. Una noche, una fuerte tormenta azotó el bosque, y los árboles temblaban de miedo.

Martina rápidamente tomó su flauta y tocó una melodía tranquila y armoniosa. Al escucharla, el viento cambió de dirección y la lluvia se convirtió en una llovizna suave. Los árboles se calmaron, y el bosque volvió a estar en paz.

Los animales, agradecidos, se acercaron a Martina y la alabaron por su valentía y habilidad para cuidar de ellos. A partir de ese día, Martina se convirtió en la guardiana musical del bosque, compartiendo sus melodías para proteger y cuidar la naturaleza.

Y así, el bosque mágico de los sonidos floreció en armonía, gracias al maravilloso don de Martina para hacer sonidos.

FIN.

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