El bosque mágico de Marco
Había una vez un niño llamado Marco, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de hermosos bosques. A Marco le encantaba la naturaleza y siempre se sentía inspirado por su belleza.
Un día, mientras exploraba el bosque cerca de su casa, descubrió un lugar mágico y encantador: ¡un bosque lleno de criaturas extraordinarias y colores vibrantes! Marco estaba asombrado por todo lo que veía a su alrededor y decidió que quería compartir esta maravilla con los demás.
Recordó haber oído hablar del land-Art, una forma de arte en la que las personas crean obras utilizando elementos naturales como piedras, hojas y ramas. Marco pensó que sería increíble crear su propio land-Art en este bosque encantado.
Con mucha emoción, Marco comenzó a recolectar materiales naturales para hacer sus obras de arte. Recogió hojas grandes y coloridas, flores silvestres brillantes e incluso encontró algunas piedras hermosas con formas interesantes.
Con cada objeto encontrado, la imaginación de Marco volaba alto. Un día mientras trabajaba en una pieza especial, escuchó un ruido extraño proveniente detrás de unos arbustos cercanos. Se acercó sigilosamente y se encontró cara a cara con una pequeña hada.
La pequeña hada tenía alas brillantes como el arco iris y parecía estar triste. "¿Qué te pasa?", preguntó Marco con curiosidad.
La hada miró a Marco con lágrimas en los ojos: "El bosque está perdiendo su magia porque los humanos no lo cuidan como deberían. Estoy triste porque mi hogar está en peligro". Marco sintió un nudo en el estómago al escuchar esto. Sabía que tenía que hacer algo para ayudar a la hada y proteger el bosque encantado.
Decidió combinar su amor por el land-Art con su deseo de preservar la naturaleza. Creó una obra maestra usando ramas caídas, piedras y flores, formando un hermoso árbol gigante con raíces que se extendían hasta el cielo.
Cuando terminó su obra de arte, Marco cerró los ojos y pidió un deseo: "Por favor, haz que las personas aprecien este bosque mágico y lo cuiden".
De repente, una ráfaga de viento sopló a través del bosque encantado y todas las criaturas mágicas comenzaron a bailar alegremente. La energía positiva llenaba el aire mientras la magia volvía al bosque. Poco a poco, más personas comenzaron a visitar el bosque encantado gracias al land-Art de Marco.
Al ver las increíbles obras de arte creadas con materiales naturales, todos se dieron cuenta de lo especial que era aquel lugar y se comprometieron a protegerlo. La pequeña hada sonrió radiante mientras abrazaba a Marco: "Gracias por devolverle la magia a nuestro hogar".
Desde ese día, Marco continuó creando land-Art en todo el pueblo para recordarle a todos la importancia de cuidar y respetar la naturaleza. Su creatividad e inspiración se convirtieron en una fuente constante para mantener vivo el espíritu del bosque encantado.
Y así, Marco enseñó a todos que el arte y la naturaleza pueden unirse para crear algo maravilloso y que, juntos, podemos proteger los lugares mágicos que nos rodean.
FIN.