El Bosque Mágico de Renata
Había una vez en un hermoso bosque encantado, una pequeña hada llamada Renata. Renata era muy alegre y siempre estaba rodeada de amigos.
Aunque el bosque estaba lleno de animales, muchos de ellos eran solitarios y no tenían muchos amigos. Un día, mientras volaba por el bosque, Renata vio a un gallo solitario caminando tristemente entre las flores. El gallo parecía estar buscando algo pero se veía bastante perdido. Renata decidió acercarse para ayudarlo.
"Hola, querido gallo ¿necesitas ayuda?"- preguntó amablemente la hada. El gallo miró sorprendido a Renata y respondió: "¡Oh! Hola, pequeña hada. Me llamo Gonzalo y estoy buscando alguien con quien compartir mi vida en este bosque tan grande".
Renata sonrió y le dijo: "Gonzalo, no te preocupes más. Yo seré tu amiga y juntos encontraremos a alguien especial para ti". Gonzalo se emocionó mucho al escuchar esas palabras y empezaron su aventura en busca del compañero perfecto para él.
Caminaron por todo el bosque visitando diferentes lugares donde podrían encontrar nuevos amigos. En su camino encontraron una flor muy triste que había perdido sus pétalos debido al viento fuerte que soplaba en el bosque.
Renata se acercó a la flor y le dijo: "No estés triste querida flor, pronto volverás a florecer". Y con su magia de hada, hizo crecer nuevos pétalos en la flor.
La flor se llenó de alegría y agradeció a Renata y Gonzalo por su amabilidad. Desde ese momento, la flor se unió al grupo y juntos continuaron su búsqueda.
Después de mucho caminar, encontraron una jirafa solitaria que estaba muy triste porque no podía alcanzar las hojas más altas de los árboles para alimentarse. Renata tuvo una idea brillante y le pidió a la jirafa que se acercara. Usando su magia, hizo crecer el cuello de la jirafa para que pudiera alcanzar todas las deliciosas hojas.
La jirafa estaba tan emocionada y agradecida que decidió unirse al grupo de amigos en busca del compañero perfecto para Gonzalo. Finalmente, después de mucho buscar, encontraron al compañero ideal para el gallo: otro gallo llamado Federico.
Ambos tenían muchas cosas en común y se hicieron inseparables desde el primer momento en que se conocieron. Gonzalo no podía estar más feliz con su nuevo amigo y le dio las gracias a Renata por haberle enseñado el valor de la amistad.
Todos los animales del bosque estaban felices por haber encontrado nuevos amigos gracias a Renata. Desde ese día, el bosque encantado se llenó de risas y alegría.
Los animales aprendieron que la amistad es uno de los tesoros más valiosos que podemos tener en nuestras vidas. Y así, Renata demostró una vez más que ser amigable y ayudar a los demás puede cambiar vidas y hacer del mundo un lugar mejor.
FIN.