El Bosque que Luchó por su Futuro



Un hermoso día en el bosque de Arandia, los animales disfrutaban del sol que brillaba entre las hojas. Sin embargo, todos estaban preocupados porque habían escuchado rumores de que el bosque iba a ser cosechado.

El primero en enterarse fue Tito, el conejo curioso. "¿Escucharon eso? Están hablando de cortar nuestros árboles para hacer madera"- dijo con los ojos bien abiertos.

A su lado, Lila, la ardilla, respondió: "No lo podemos permitir, ¡este es nuestro hogar!"-

Entonces, decidieron convocar a una reunión con todos los habitantes del bosque. Al caer la tarde, todos se reunieron bajo el viejo roble, el árbol más sabio del bosque.

"Queridos amigos, debemos encontrar una manera de salvar nuestro hogar. No podemos dejar que nos saquen los árboles"- dijo el viejo roble con voz profunda. "¿Alguien tiene una idea?"-

Los animales comenzaron a discutir. "Podemos hacer ruido y asustar a los humanos", propuso Marla, la mamá oso.

"Pero es peligroso, podrían hacerles daño. Necesitamos una estrategia más inteligente"-, sugirió Raimundo, el zorro astuto.

"¿Y si hacemos una gran fiesta?"- dijo Lila de repente, emocionada. "Los humanos aman las fiestas, tal vez se olviden de cortar el bosque si ven lo bonito que es vivir aquí con nosotros"-.

Todos se miraron, pensando en la idea. "Es una idea genial, Lila"- dijo Tito.

Entonces, decidieron comenzar a preparar la fiesta: hicieron banderines de flores, recogieron frutos y organizaron juegos para los más pequeños.

La mañana de la fiesta, los animales estaban entusiasmados. Los humanos, atraídos por la música y los colores, comenzaron a acercarse al bosque.

"Miren lo que hemos creado"- decía Lila mientras bailaba. "Este bosque es más que solo madera; es vida, es alegría, es nuestro hogar"-.

Los humanos, al ver la felicidad de los animales, se detuvieron, sorprendidos. Algunos comenzaron a sacar fotos, otros reían y se unieron a la diversión.

De a poco, el ambiente cambió. Los animales compartieron historias sobre el bosque: cómo el viejo roble dio sombra a generaciones, cómo cada arbusto y cada flor tienen su lugar en la cadena de la vida.

"Este bosque es un ecosistema único que debemos preservar"-, habló una joven humana, con un brillo especial en los ojos. "No podemos permitir que desaparezca"-.

Las palabras de la chica resonaron en el corazón de los presentes. Los adultos también comenzaron a pensar en la importancia del bosque.

Al final del día, cuando la fiesta llegó a su fin, los humanos prometieron no cortar los árboles, sino cuidar y preservar el bosque de Arandia.

Los animales saltaron de alegría, celebrando su victoria. "Lo hicimos, amigos"-, gritó Lila. "Hemos mostrado lo especial que es nuestro hogar"-.

Desde aquel día, los habitantes del bosque y los humanos trabajaron juntos para proteger Arandia. Y así, el bosque nunca fue cosechado; en cambio, se convirtió en un lugar donde todos aprendieron a vivir en armonía, cuidando el medio ambiente y disfrutando del hermoso regalo que les daba la naturaleza.

Fin.

FIN.

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