El botiquín mágico de la doctora Mía



En una pequeña ciudad, vivía la doctora Mía, una niña muy curiosa y traviesa que soñaba con convertirse en una gran médica.

Un día, la doctora Mía decidió crear su propio botiquín mágico para ayudar a todos los niños y niñas de su barrio. En su botiquín, guardaba algodón, vendas, tiritas de colores, termómetro, crema para picaduras, alcohol en gel y un paquete de pañuelos de animales.

La doctora Mía recorría las calles con su maletín en mano buscando a aquellos que necesitaran su ayuda. Un día, la maestra de la escuela le pidió a la doctora Mía que visitara a Tomás, un compañerito que se había caído en el patio.

La doctora Mía, con su botiquín mágico, corrió hacia la casa de Tomás. -Hola Tomás, soy la doctora Mía, ¿cómo estás? -le dijo con una sonrisa. -Hola doctora Mía, me duele mucho la rodilla.

La doctora Mía sacó un paquete de pañuelos en forma de animales y le explicó a Tomás que mientras le curaba la rodilla, podía elegir un pañuelo para animarse. Tomás eligió un pañuelo con forma de león y, poco a poco, su dolor se convirtió en risas.

Desde ese día, la doctora Mía se convirtió en la médica más querida del barrio, siempre llevando alegría y curando los dolores con su botiquín mágico.

FIN.

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