El botón perdido




Había una vez una niña llamada Sofía que adoraba su colección de botones. Un día, mientras jugaba en el parque, se dio cuenta de que uno de sus botones favoritos se había caído de su abrigo.

Triste por la pérdida, decidió buscarlo por todo el parque, pero no logró encontrarlo. Mientras tanto, un pequeño ratoncito llamado Mateo, curioso por naturaleza, descubrió el brillante botón entre las hojas. Mateo decidió llevárselo a su madriguera como un tesoro.

Con el tiempo, Sofía y Mateo se conocieron y se hicieron amigos. Un día, mientras jugaban juntos, Mateo le mostró el botón que Sofía había perdido. Sorprendida, Sofía le explicó que ese botón era suyo y que lo había extraviado hacía un tiempo.

Mateo, con una gran sonrisa, le devolvió el botón a Sofía, quien no podía creer que su amigo hubiera encontrado su preciado tesoro.

A partir de ese día, Sofía y Mateo disfrutaron de muchas aventuras juntos, recordando siempre la importancia de la amistad y la colaboración.

FIN.

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