El Brillo de Azulita



Hace mucho tiempo, en un mundo sin color, vivía una pequeña gota de agua llamada Azulita. Ella era diferente a todas las demás gotas de agua, ya que tenía un brillo especial y un corazón lleno de curiosidad.

Un día, mientras nadaba por el río, Azulita se encontró con su amigo Solito, quien siempre estaba brillando con fuerza y alegría. - Hola Solito ¿cómo estás hoy? - preguntó Azulita. - Hola Azulita, estoy muy bien gracias.

Pero tengo algo interesante que contarte - respondió Solito. Azulita se acercó a él y le preguntó: - ¿Qué es lo que tienes para contarme? Solito sonrió y dijo: - He estado pensando en cómo podríamos darle color al mundo.

A veces me siento triste al ver todo tan gris y aburrido.

Azulita quedó sorprendida ante la idea de Solito: - ¡Eso sería maravilloso! Pero ¿cómo lo haremos? Solito pensó durante unos minutos antes de decir: - Creo que si trabajamos juntos podemos hacerlo posible. Yo puedo darte mi luz para que puedas crear diferentes colores. Azulita se emocionó tanto que comenzaron a trabajar juntos inmediatamente.

Con la ayuda del sol, ella comenzó a separar los rayos de luz en diferentes colores como rojo, naranja, amarillo, verde, azul índigo y violeta. Cada uno tenía su propio brillo único e inspirador. Así fue como el mundo finalmente tuvo color gracias al trabajo en equipo entre Azulita y Solito.

Los árboles, las flores y los animales estaban llenos de vida y felicidad. - ¡Lo logramos, Solito! - exclamó Azulita. Solito sonrió y respondió: - Sí, lo hicimos juntos.

Y gracias a ti, el mundo nunca volverá a ser gris. Desde ese día en adelante, Azulita y Solito se convirtieron en grandes amigos que trabajaban juntos para hacer del mundo un lugar más hermoso y lleno de color.

Y así es como aprendieron que con trabajo duro y colaboración todo es posible.

FIN.

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