El brillo de Colores

Había una vez un pequeño gusano llamado Colores que vivía en un hermoso jardín. Colores era diferente a los demás gusanos, ya que tenía el cuerpo lleno de colores brillantes y vibrantes.

Mientras los otros gusanos eran de color marrón oscuro, él destacaba con su piel multicolor. Un día, mientras exploraba el jardín, Colores se encontró con sus amigos gordon y Saltarina.

gordon era una oruga muy glotona que siempre estaba buscando hojas para comer, y Saltarina era una pequeña mariquita llena de energía. "¡Hola chicos!", saludó Colores emocionado. "¡Hola Colores! ¿Qué tal estás hoy?", preguntó Saltarina. "Estoy muy bien", respondió Colores.

"Pero a veces me siento triste porque soy diferente a los demás gusanos". gordon miró a su amigo con cariño y le dijo: "Colores, no deberías sentirte triste por ser diferente. ¡Eres especial! Tu belleza y tus colores hacen que este jardín sea aún más hermoso".

Colores sonrió tímidamente y agradeció las palabras de sus amigos. Juntos continuaron su aventura por el jardín, disfrutando del sol y la brisa fresca. De repente, vieron algo inusual en un rincón del jardín: un arcoíris gigante se había formado sobre unas flores coloridas.

Saltarina exclamó emocionada: "¡Wow! ¡Es el arcoíris más bonito que he visto en mi vida!". gordon asintió entusiasmado y dijo: "¡Vamos a explorarlo!".

Los tres amigos se acercaron al arcoíris y, para su sorpresa, descubrieron que podían subir por los colores. Saltarina fue la primera en saltar sobre el rojo, luego gordon siguió por el naranja y finalmente Colores subió por el amarillo. Cuando alcanzaron la cima del arcoíris, se encontraron con una mariposa llamada Iris.

Era más grande que ellos y tenía las alas llenas de brillantes colores. "¡Hola amigos!", saludó Iris con alegría. "¡Hola Iris! ¿Quién eres?", preguntó emocionado Colores. "Soy la guardiana del arcoíris", respondió Iris.

"Cuido de él para que siempre brille en este jardín". gordon le dijo a Iris: "Colores está triste porque es diferente a los demás gusanos". Iris sonrió y dijo: "Ser diferente es algo especial. Si todos fuéramos iguales, el mundo sería muy aburrido".

Saltarina agregó: "Tienes razón, Iris. Colores es único y hermoso tal como es". Colores escuchó atentamente las palabras de sus amigos e Iris.

Comenzó a darse cuenta de que no importaba si era diferente; lo importante era aceptarse a sí mismo y valorar sus cualidades especiales. Desde ese día, Colores dejó de sentirse triste por ser diferente. Aprendió a amarse tal como era y apreciar su belleza única en el jardín.

Y así, junto a sus amigos gordon, Saltarina e Iris, Colores vivió muchas aventuras en el jardín, siempre recordando que la diversidad y la aceptación son lo que hacen de este mundo un lugar maravilloso.