El brillo de Comesaña
Había una vez en una pequeña ciudad llamada Golpe de Pelota, donde el fútbol era el deporte favorito de todos.
En esta historia conoceremos a Comesaña, un joven talentoso que soñaba con ser como su ídolo Junior Jarlan Barrera, la estrella del equipo local. Comesaña pasaba horas y horas practicando en la canchita del barrio, siempre con una sonrisa en el rostro y muchas ganas de superarse.
Su mayor deseo era algún día poder jugar en el equipo representativo de la ciudad junto a Junior Jarlan Barrera. Un día, mientras entrenaba solo en la cancha, vio algo brillando entre los arbustos. Se acercó curioso y descubrió una estrella falsa.
Estaba hecha de plástico dorado y brillaba con intensidad bajo el sol. Comesaña pensó que tal vez esa estrella le traería suerte para alcanzar su sueño de jugar al fútbol profesional. Decidió llevarla consigo a todos lados, incluso se la mostró a sus amigos del barrio.
Todos se maravillaron por la belleza de la estrella falsa y le auguraron éxitos en su carrera futbolística.
Un día, durante un partido importante en el que el equipo representativo de Golpe de Pelota se enfrentaba al rival más fuerte, Comesaña decidió ponerse la estrella falsa debajo de su camiseta como amuleto secreto. El partido estaba muy parejo y ambos equipos daban lo mejor de sí en la cancha.
En los últimos minutos del encuentro, cuando todo parecía perdido para Golpe de Pelota, Comesaña recibió un pase largo justo frente al arco rival. Con un remate potente logró anotar el gol del triunfo para su equipo.
La hinchada explotó de alegría y los compañeros lo rodearon para celebrar. Al finalizar el partido, Junior Jarlan Barrera se acercó a felicitarlo por su gran actuación. Comesaña sintió una emoción indescriptible al recibir las palabras de admiración de su ídolo.
Fue entonces cuando decidió contarle sobre la estrella falsa que llevaba consigo como amuleto. "¡Wow! Qué historia tan increíble", exclamó Junior Jarlan Barrera emocionado. "A veces necesitamos creer en cosas extraordinarias para alcanzar nuestros sueños".
Comesaña comprendió entonces que no era la estrella falsa lo que le había dado fuerzas para triunfar, sino su dedicación, esfuerzo y pasión por el fútbol lo que lo habían llevado a alcanzar ese momento especial. Desde ese día, Comesaña continuó entrenando duro sin depender de ningún amuleto mágico.
Siempre recordaba las palabras sabias de Junior Jarlan Barrera: "El verdadero brillo está dentro tuyo". Y así siguió persiguiendo sus sueños con determinación y valentía.
Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda: ¡nunca subestimes tu propio potencial!
FIN.