El brillo de Douma y Estrellita



Había una vez en el reino de las estrellas un pequeño demonio llamado Douma. A diferencia de los demás demonios, a él le gustaba hacer el bien y ayudar a los demás.

Pero vivir en un mundo donde todos esperaban que fuera malvado no era fácil para Douma. Un día, mientras volaba por el cielo nocturno, Douma se encontró con una estrella fugaz llamada Estrellita.

Estrellita estaba triste porque había perdido su brillo y no podía volver al cielo. Douma se acercó a ella y dijo:"¡Hola, Estrellita! ¿Qué te pasa?"Estrellita respondió con voz temblorosa: "He perdido mi brillo y ahora no puedo volver al cielo". Douma sintió mucha compasión por la estrellita y decidió ayudarla.

Juntos buscaron soluciones para devolverle su brillo. Pasaron días explorando diferentes lugares mágicos del reino de las estrellas en busca de respuestas.

Un buen día, llegaron al Valle de los Sueños, un lugar lleno de colores brillantes y paisajes maravillosos. Allí conocieron al Sabio Arcoíris, quien les explicó que el brillo de Estrellita se había apagado porque había dejado de creer en sí misma.

"Para recuperar tu brillo, Estrellita", dijo el Sabio Arcoíris, "debes encontrar la confianza en ti misma nuevamente". Esto puso triste a Estrellita, ya que pensaba que nunca podría recuperar su brillo. Douma abrazó a Estrellita y le susurró al oído: "No te preocupes, Estrellita. Yo sé que puedes hacerlo.

Creo en ti". Estas palabras llenaron de esperanza a Estrellita y decidió seguir adelante. Juntos, Douma y Estrellita emprendieron un viaje por el reino de las estrellas para recolectar los ingredientes necesarios para devolverle su brillo.

Recorrieron montañas altas, cruzaron ríos cristalinos y superaron obstáculos difíciles, siempre apoyándose mutuamente. A lo largo del camino, conocieron a otros seres mágicos que también necesitaban ayuda.

Ayudaron a una hada perdida a encontrar su camino de regreso a casa y rescataron a un unicornio atrapado en la telaraña de una araña malvada. Cada vez que ayudaban a alguien más, Estrellita se sentía más fuerte y su brillo comenzaba lentamente a regresar.

Finalmente, después de muchas aventuras, llegaron al lugar donde debían realizar el hechizo para devolverle el brillo a Estrellita. Siguiendo las instrucciones del Sabio Arcoíris, mezclaron polvo de sueños con rayos de sol y añadieron una pizca de confianza.

Cuando terminaron el hechizo y lo lanzaron al cielo nocturno, algo maravilloso sucedió: el brillo volvió a los ojos de Estrellita y ella comenzó a brillar con fuerza nuevamente. Douma sonrió orgulloso mientras abrazaba a su amiga: "¡Lo lograste! Eres hermosa e increíble".

Estrellita miró hacia el cielo y dijo: "Gracias, Douma. Sin tu apoyo y creencia en mí misma, nunca habría logrado recuperar mi brillo". A partir de ese día, Douma y Estrellita se convirtieron en grandes amigos.

Juntos siguieron ayudando a otros seres mágicos del reino de las estrellas, demostrando que incluso los demonios pueden hacer el bien. Y así, esta historia nos enseña que no importa quiénes somos o cómo nos vean los demás, siempre podemos elegir hacer lo correcto y ayudar a quienes lo necesitan.

La verdadera magia está en creer en nosotros mismos y en aquellos que nos rodean.

FIN.

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