El Brillo de la Amistad



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoiris, un niño llamado Negro feo que era diferente a los demás.

Su piel era oscura y su cabello rizado, algo que algunos niños del pueblo no entendían y se burlaban de él. Un día, mientras Negro feo caminaba por el parque, vio a una niña llamada Paula alegría sentada en un banco llorando. Se acercó a ella y le preguntó qué le pasaba.

"Me siento muy triste porque todos en la escuela se burlan de mí por ser tan alegre", respondió Paula entre sollozos. Negro feo entendió perfectamente cómo se sentía Paula porque él también había sido discriminado. Decidió ayudarla y le dijo:"No te preocupes, Paula.

Eres especial tal como eres y nadie puede cambiar eso. La alegría es algo maravilloso, no dejes que las palabras hirientes de los demás te afecten". Paula sonrió tímidamente y comenzaron a conversar.

Pronto descubrieron que tenían muchas cosas en común: les gustaba dibujar, jugar al fútbol e inventar historias fantásticas. Los días pasaron y Negro feo y Paula se volvieron inseparables.

Juntos enfrentaron las burlas de los demás niños con valentía y siempre recordándose mutuamente su verdadero valor. Un día, mientras jugaban en el parque junto a otros niños del pueblo, apareció Panchito Maloso, el niño más grande del colegio conocido por su maldad.

Se acercó a ellos con una sonrisa maliciosa en el rostro y dijo:"¿Qué hacen ustedes dos juntos? No deberían estar aquí. Negro feo, tú no perteneces a este lugar". Negro feo sintió una mezcla de miedo y enojo, pero Paula lo miró con determinación y le respondió:"Todos somos bienvenidos aquí, Panchito.

No importa cómo nos vean los demás, lo que importa es cómo nos vemos nosotros mismos". Panchito se quedó sin palabras ante la respuesta de Paula y decidió retirarse junto a sus amigos.

A partir de ese día, el parque se convirtió en un lugar donde todos eran aceptados sin importar su aspecto o forma de ser. Negro feo y Paula continuaron siendo grandes amigos e inspiraron a otros niños del pueblo a aceptarse tal como eran.

Juntos demostraron que la belleza está en la diversidad y que el respeto hacia los demás es fundamental. Desde aquel día, el pueblo de Arcoiris se transformó en un lugar lleno de alegría y amor por la diferencia.

Las burlas desaparecieron poco a poco gracias al ejemplo valiente de Negro feo y Paula alegría.

Y así fue como esta historia enseñó a todos los niños del pueblo sobre la importancia de valorar las diferencias y ser amables unos con otros. Porque al final del día, lo más importante es ser feliz siendo uno mismo.

FIN.

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