El brillo de la amistad



Había una vez, en las profundidades del océano, un tiburón llamado Tiburón. Era un tiburón especial porque tenía la cabeza de cocodrilo y unas aletas muy grandes.

Aunque parecía feroz, Tiburón era vegetariano y le encantaba nadar por el mar buscando algas y plantas marinas para comer. Tiburón vivía felizmente en su arrecife de coral junto a sus amigos peces y tortugas. Todos los días se encontraban bajo el sol brillante y disfrutaban de la compañía mutua.

Pero había algo que preocupaba a Tiburón: durante la noche, cuando todos dormían, no podía ver nada debido a lo oscuro que estaba el océano.

Un día, mientras nadaba cerca de la superficie del agua, Tiburón escuchó una voz suave que decía: "¡Hola! ¿Quién eres?" Sorprendido, miró hacia abajo y vio a una pequeña estrella de mar llamada Estrellita. - ¡Hola Estrellita! Soy Tiburón. ¿Qué haces aquí tan temprano? - preguntó curioso.

- He oído hablar sobre tu problema para ver en la oscuridad nocturna - respondió Estrellita -. Y creo tener una solución para ti. Estrellita explicó que había visto un pez globo luminoso en las profundidades del océano durante sus viajes nocturnos.

Este pez globo emitía una luz brillante que iluminaba todo a su alrededor y permitiría a Tiburón ver claramente incluso por la noche. Emocionado por esta idea, Tiburón decidió buscar al pez globo luminoso.

Nadó rápido y lejos, siguiendo las indicaciones de Estrellita. Después de un largo viaje, finalmente encontró al pez globo luminoso en una cueva submarina. - ¡Hola pez globo! Soy Tiburón y necesito tu ayuda para poder ver por la noche - dijo Tiburón con entusiasmo.

El pez globo estuvo encantado de ayudar a su nuevo amigo Tiburón. Le mostró cómo podía usar su luz brillante para iluminar el océano durante la noche.

Desde ese día, Tiburón y el pez globo se hicieron amigos inseparables. Con su nueva habilidad para ver en la oscuridad, Tiburón comenzó a explorar nuevas partes del océano por la noche.

Descubrió hermosas criaturas marinas que solo salían cuando todos dormían: medusas fluorescentes, peces brillantes y hasta un pulpo que cambiaba de color. Tiburón compartió todas sus emocionantes aventuras nocturnas con sus amigos del arrecife de coral. Les contaba sobre las maravillas que había descubierto gracias a su amistad con el pez globo luminoso.

Un día, mientras nadaban juntos bajo la luna llena, Tiburón le preguntó al pez globo:- Amigo mío, ¿por qué eres tan especial? Tienes una luz tan brillante que nos guías incluso en la oscuridad más profunda.

El pez globo sonrió y respondió:- Todos somos especiales a nuestra manera, Tiburón. Tú eres único porque eres vegetariano y eso es algo admirable en este mundo marino lleno de depredadores.

Yo soy especial porque puedo iluminar tu camino en la noche y hacer que descubras cosas increíbles. Tiburón se sintió muy feliz de tener un amigo tan especial como el pez globo luminoso. Aprendió que la amistad puede venir de lugares inesperados y que, juntos, pueden superar cualquier obstáculo.

Desde ese día, Tiburón y el pez globo continuaron explorando el océano juntos, compartiendo risas y aventuras bajo las estrellas.

Y así, su amistad inspiró a todos los habitantes del mar a aceptar las diferencias entre ellos y valorar lo especial que cada uno era.

FIN.

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