El brillo de la amistad



En un lejano y colorido pueblo llamado Arcoiris vivían cuatro personajes muy especiales: Alegría, Cariño, Amor y Felicidad. Ellos eran los encargados de llevar risas y sonrisas a todos los habitantes del lugar.

Un día, mientras paseaban por el prado, se encontraron con Tristeza, una pequeña nube gris que no paraba de llorar. Los cuatro amigos se acercaron a ella con curiosidad y cariño. "¿Por qué estás tan triste?" - preguntó Alegría con voz suave.

Tristeza les contó que se sentía sola y que no podía evitar estar siempre llorando. Los amigos decidieron ayudarla a encontrar la alegría en su corazón.

Cariño le dio un abrazo cálido y le dijo: "No estás sola, estamos aquí para acompañarte". Amor le ofreció una flor llena de amor y esperanza. Felicidad empezó a cantar una canción alegre para animarla. Poco a poco, Tristeza comenzó a sentirse mejor.

Las lágrimas fueron desapareciendo y en su lugar empezaron a brotar pequeñas flores de colores brillantes. La nube gris se fue transformando en un arcoíris radiante.

"¡Gracias por ayudarme a encontrar la luz en medio de tanta oscuridad!" - exclamó Tristeza con una sonrisa inmensa en su rostro ahora lleno de alegría. Desde ese día, Tristeza se convirtió en la quinta integrante del grupo de amigos. Juntos recorrían el pueblo llevando amor, felicidad y risas a cada rincón.

Un día, mientras jugaban en el prado, se dieron cuenta de que la magia estaba dentro de ellos mismos todo el tiempo. No necesitaban buscarla fuera, solo tenían que recordar lo importante que era compartir momentos especiales juntos.

Y así siguieron viviendo aventuras increíbles, demostrando que cuando hay amor, cariño, felicidad y risas en el corazón, cualquier tristeza puede transformarse en pura alegría. Porque al final del arcoíris siempre hay un tesoro esperando ser descubierto: ¡el poder de la amistad verdadera!

FIN.

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