El Brillo de la Luna


ijo la Luna, el Búho se quedó pensativo. Sabía que su amiga estaba pasando por un momento difícil y quería encontrar una manera de ayudarla.

Decidió que iba a hacer todo lo posible para que la Luna se sintiera mejor. El Búho comenzó a investigar sobre las estrellas y descubrió que cada una de ellas tenía una historia especial.

Pensó que si le contaba esas historias a la Luna, tal vez ella podría sentirse más animada durante la noche. Una noche, cuando el cielo estaba completamente oscuro, el Búho voló hacia donde se encontraba la Luna y le dijo: "-Lunita, he encontrado algo increíble. Cada estrella tiene una historia maravillosa y quiero compartirlas contigo".

La Luna levantó tímidamente sus ojos brillantes hacia el Búho y preguntó: "-¿De verdad crees que eso me hará sentir mejor?"El Búho asintió con entusiasmo.

Juntos comenzaron a observar las estrellas en el cielo mientras el búho les contaba historias fascinantes sobre cómo nacieron cada una de ellas.

Le habló de Estrellita, una estrella pequeña pero valiente que siempre iluminaba los sueños de los niños; también le contó sobre Centella, una estrella fugaz llena de alegría que dejaba un rastro brillante en su camino. Hablaron incluso de Lucero, quien guiaba a los marineros perdidos en medio del océano. La Luna escuchaba atentamente todas estas historias con gran interés y poco a poco fue olvidando su tristeza inicial.

El Búho no solo había logrado distraerla, sino que también le había mostrado la importancia de su trabajo. "-Luna querida, tú eres quien ilumina nuestras noches y nos das un brillo especial.

Sin ti, el mundo sería más oscuro y triste", dijo el Búho con voz suave. La Luna sonrió tímidamente y sus rayos comenzaron a brillar con más intensidad.

Se dio cuenta de que aunque durante el día las personas estaban ocupadas, en la noche ella tenía un papel importante al iluminar los sueños y acompañar a todos aquellos que necesitaban un poco de luz en su camino. Desde ese día, la Luna se sintió orgullosa de su trabajo.

Cada noche esperaba ansiosa para escuchar las nuevas historias del Búho sobre las estrellas y compartir su propio brillo con el mundo entero.

Y así, juntos, la Luna y el Búho demostraron que cada uno tiene una tarea única en este mundo y que todos somos importantes en nuestra propia manera especial. A veces solo necesitamos alguien que nos recuerde lo valiosos que somos para encontrar nuestra verdadera felicidad.

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