El brillo de la mirada infinita

En un mundo oscuro, habitado por sombras y sin luz, vivían dos personas especiales: Juan y Martina. A pesar de no poder ver con sus ojos, ambos poseían la extraordinaria capacidad de armar infinitamente con la mirada.

Cada vez que se cruzaban, sus miradas se entrelazaban y desataban un sinfín de colores y destellos que iluminaban el oscuro mundo a su alrededor. "¡Wow, tus ojos brillan como estrellas!" exclamó Juan la primera vez que vio a Martina.

"Y los tuyos como rayos de sol", respondió Martina. A partir de ese encuentro, Juan y Martina se convirtieron en grandes amigos. Juntos descubrieron que su asombrosa habilidad podía ayudar a iluminar el mundo y traer alegría a quienes vivían en la oscuridad.

Decidieron emprender un viaje para compartir su don con todos. En su travesía, conocieron a personas desanimadas y desesperanzadas, pero cada vez que los miraban, una explosión de luz y color los invadía, devolviéndoles la sonrisa y la esperanza.

Sin embargo, su viaje no estuvo exento de desafíos. En su recorrido, se encontraron con un ser oscuro que intentaba apagar su luz. Este ser, envidioso de su brillo, los desafiaba constantemente tratando de opacar sus destellos con su sombra.

Pero Juan y Martina, con valentía y determinación, lograron vencerlo cada vez, fortaleciendo su amistad y su poder.

Finalmente, después de muchas aventuras, lograron iluminar completamente el mundo oscuro, convirtiéndolo en un lugar lleno de color y esperanza para todos sus habitantes.