El brillo de las estrellas


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, un niño llamado Mateo.

Mateo era un niño muy especial, le encantaba observar las estrellas por las noches y siempre llevaba consigo un cuaderno donde dibujaba todo lo que veía en su imaginación. Sin embargo, los otros niños de la escuela solían burlarse de él porque era diferente. Le decían cosas como "Mateo el soñador" o "El niño de las estrellas", y eso entristecía mucho a Mateo.

Por eso, prefería quedarse solo en un rincón del patio durante los recreos en lugar de jugar con sus compañeros. Un día, la maestra organizó una competencia de dibujo en la escuela.

Todos los niños estaban emocionados y comenzaron a preparar sus materiales para participar. Mateo también quería participar, pero dudaba si hacerlo o no debido a las burlas que recibía constantemente.

Finalmente, se animó a participar y dedicó toda su tarde a crear el dibujo más hermoso que jamás había hecho: un cielo lleno de estrellas brillantes y coloridas constelaciones. Cuando llegó el día de la competencia, todos los niños presentaron sus dibujos ante la maestra.

La maestra recorrió cada uno de los trabajos con una sonrisa en el rostro hasta que llegó al dibujo de Mateo. Al verlo, sus ojos se iluminaron y exclamó: "¡Este es sin duda el mejor dibujo que he visto! ¡Felicidades Mateo!".

Los demás niños quedaron sorprendidos al ver la belleza del dibujo de Mateo. De repente, uno de ellos se acercó tímidamente y le dijo: "-Perdón por haberte molestado antes, ¿podríamos ser amigos?". Otro niño se sumó: "-Yo también quiero ser tu amigo".

Pronto, todos los niños rodearon a Mateo admirando su talento y deseando ser parte de su mundo creativo.

Desde ese día en adelante, Mateo ya no se sintió solo ni diferente; ahora tenía amigos con quienes compartir su pasión por las estrellas y la imaginación.

Y así, gracias a su valentía para mostrar quién era realmente y demostrar su talento único, Mateo descubrió que la verdadera magia reside en aceptarnos tal como somos y encontrar amistad en aquellos que valoran nuestra autenticidad. Y juntos vivieron muchas aventuras bajo el cielo estrellado de Villa Alegre.

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