El brillo de Luci

En lo profundo del bosque vivía Luci, una luciérnaga muy especial. Luci era diferente a las demás luciérnagas, su brillo era mucho más intenso y su alegría contagiaba a todos los habitantes del bosque. Un día, Luci decidió que quería compartir su felicidad con todos los animales del bosque, así que emprendió un viaje para encontrar la manera de hacerlo.

En su camino, Luci se encontró con Timoteo el sapo, quien estaba triste porque había perdido su canto. "Hola, Timoteo. ¿Por qué estás tan triste?", preguntó Luci. "He perdido mi canto y ya no sé cómo alegrar a los demás animales del bosque", respondió Timoteo. Luci le contó a Timoteo sobre su deseo de compartir su felicidad y juntos idearon un plan para encontrar el canto perdido de Timoteo.

Caminando por el bosque, se encontraron con Lola la mariposa, quien estaba preocupada porque no podía volar muy alto. "Hola, Lola. ¿Por qué estás tan preocupada?", preguntó Luci. "Me encantaría volar más alto y ver el bosque desde arriba, pero mis alas son muy pequeñas", respondió Lola. Luci le contó a Lola sobre su deseo de compartir su felicidad y los tres amigos juntos idearon un plan para ayudar a Lola a volar más alto.

Así, Luci, Timoteo y Lola recorrieron el bosque buscando maneras de ayudar a los demás animales. Con ingenio y alegría, lograron encontrar el canto de Timoteo y ayudaron a Lola a volar más alto. Al hacerlo, descubrieron que compartir la felicidad con los demás no solo hacía feliz a los demás, sino que también les llenaba el corazón de alegría a ellos mismos.

Desde ese día, Luci, Timoteo y Lola se convirtieron en los amigos más alegres del bosque, compartiendo su felicidad con todos los que encontraban en su camino. Y así, el brillo de Luci iluminó el corazón de todos los habitantes del bosque, recordándoles que la verdadera felicidad está en compartir con los demás.