El brillo de Sofi


Había una vez un monstruo muy especial llamado Colores, que vivía en un mundo mágico lleno de arcoíris y estrellas brillantes.

Colores era diferente a los demás monstruos, ya que en lugar de asustar a la gente, él quería traer alegría y diversión a todos los niños del mundo. Un día, mientras paseaba por el jardín del castillo encantado donde vivía, Colores vio a un grupo de niños jugando felices.

Se acercó sigilosamente y escuchó sus risas y canciones. Entonces, se le ocurrió una idea maravillosa: viajar por las casas de los nenes para llevarles un poco de magia y color a sus vidas.

Así que Colores comenzó su aventura visitando las casas de los niños del jardín. En cada hogar dejaba un regalo especial: una caja llena de pinturas brillantes y pinceles mágicos. Los niños se emocionaban al ver los colores vibrantes y empezaban a pintar hermosos dibujos llenos de alegría.

Un día, mientras visitaba la casa de Sofi, una niña tímida con grandes sueños en su corazón, Colores notó que algo no estaba bien. Sofi estaba triste porque pensaba que no era lo suficientemente buena para convertir sus sueños en realidad.

"¿Qué te pasa, Sofi?" -preguntó Colores con voz amable. "Es que quiero ser bailarina como mi mamá, pero me da miedo no ser tan talentosa como ella" -respondió Sofi con lágrimas en los ojos.

Colores sonrió con ternura y le dijo a Sofi:"Querida Sofi, cada uno tiene su propio brillo único. No tienes que ser igual que tu mamá para brillar como una estrella bailando. Solo debes creer en ti misma y practicar con amor".

Sofi escuchó atentamente las palabras sabias del monstruo de colores y decidió seguir su consejo. Comenzó a practicar ballet todos los días con pasión y dedicación.

Poco a poco, fue ganando confianza en sí misma y descubriendo su propio estilo único. Un mes después, se celebró un gran espectáculo de ballet en el jardín del castillo encantado.

Todos los niños estaban emocionados por ver actuar a Sofi, incluido Colores quien la había estado apoyando durante todo el proceso. Cuando llegó el momento de la actuación de Sofi, ella salió al escenario radiante como el sol. Con cada paso elegante y cada giro grácil demostraba su talento innato e increíble pasión por el baile.

El público quedó maravillado por su actuación excepcional. Al finalizar la función, Sofi corrió hacia Colores con una gran sonrisa en el rostro. "¡Gracias por creer en mí y ayudarme a encontrar mi verdadero brillo!" -exclamó Sofi emocionada.

"Siempre recuerda que eres única e increíble tal como eres" -respondió Colores con orgullo. Desde ese día en adelante, todos los niños del jardín siguieron buscando al monstruo de colores para recibir sus sabios consejos e inspiración.

Y así fue cómo el bondadoso monstruo logró llevar alegría y esperanza a todos los rincones donde viajaba sembrando amor incondicional allá donde iba.

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