El brillo de Sofía



Había una vez una niña llamada Sofía, que tenía una gran pasión por el teatro. Desde muy pequeña, soñaba con subirse a un escenario y interpretar diferentes personajes.

Por eso, cuando sus padres le dijeron que podía tomar clases de teatro, no pudo contener su emoción. Sofía llegó al primer día de clases llena de entusiasmo. Pero pronto se dio cuenta de que había algo que la hacía sentir incómoda: los demás niños siempre la llamaban —"calladita" .

Cada vez que intentaba participar en las actividades del grupo, sus compañeros se burlaban de ella porque era muy tímida y reservada. Esto hizo que Sofía se sintiera triste y desanimada.

Pensó en abandonar las clases de teatro y renunciar a su sueño. Pero entonces recordó las palabras de su abuela: "No importa lo que digan los demás, lo importante es creer en ti misma".

Decidida a superar esta dificultad, Sofía decidió hablar con su profesora sobre cómo se sentía. La profesora entendió su situación y le propuso un reto: participar en una obra de teatro junto a sus compañeros. Sofía aceptó el desafío con determinación y comenzó a practicar todos los días.

A medida que ensayaba, fue ganando confianza en sí misma y dejando atrás su timidez. Descubrió que el teatro era un lugar donde podía expresarse libremente sin temor a ser juzgada.

Llegó el día del estreno y Sofía estaba nerviosa pero emocionada. Cuando salió al escenario junto a sus compañeros, se dio cuenta de que todos estaban apoyándola y animándola. La obra fue un éxito y Sofía recibió elogios por su talento y valentía.

Desde ese día, Sofía siguió participando en obras de teatro y cada vez se sentía más cómoda siendo ella misma. Aprendió que no importaba si era callada o extrovertida, lo importante era ser auténtica. Sofía también aprendió a valorar las diferencias de los demás.

Comenzó a ayudar a aquellos niños que también se sentían inseguros en clase, recordándoles que todos tenían algo especial para ofrecer al mundo del teatro.

Gracias a su perseverancia y determinación, Sofía se convirtió en una actriz reconocida y querida por todos. Y aunque algunos todavía la llamaban —"calladita" , ella sabía que eso no definía quién era realmente. Así, Sofía demostró que con amor propio y confianza en uno mismo, cualquier sueño puede hacerse realidad.

Y desde entonces, inspiró a muchos otros niños a creer en sí mismos y perseguir sus propias pasiones sin importar lo que digan los demás.

FIN.

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