El Brillo de Sofía



Érase una vez en un pequeño pueblo, una niña llamada Sofía. Sofía tenía una sonrisa radiante, pero, a menudo, se preocupaba por lo que los demás pensaban de ella. Un día, mientras caminaba por el parque, escuchó a dos chicas hablando. Una de ellas dijo: - No creo que Sofía sea muy buena en gimnasia, siempre se cae. - La otra chica respondió: - Tal vez si ella tuviera más confianza en sí misma. - Sofía se sintió triste al escuchar esto.

Esa noche, decidió que quería cambiar. Se sentó en su cama y pensó: 'Necesito afirmaciones positivas para sentirme mejor'. Escribió en una hoja de papel: 'Soy fuerte', 'Soy capaz', 'Merezco amor y amistad'.

Al día siguiente, antes de ir a la escuela, leyó en voz alta sus afirmaciones.

- ¡Soy fuerte! - exclamó con alegría.

En el recreo, sus amigas la invitaron a jugar a la rayuela, pero Sofía dudaba.

- No sé si soy buena en eso - susurró Sofía, recordando lo que había oído.

Una de sus amigas, Valentina, escuchó y le dijo:

- Sofía, ¡te he visto brincar! ¡Eres súper buena! Ven a jugar con nosotras.

Esto hizo que Sofía sonriera un poco más. Decidió intentarlo.

- Está bien, voy a intentarlo - contestó con un brillo en sus ojos.

Mientras jugaban, Sofía se dio cuenta de que se divertía, incluso si se caía a veces. Sus amigas la animaban con cariño:

- ¡Eso está excelente, Sofía! - gritó Valentina desde el otro lado. - ¡Sigue así!

Después de un rato, Sofía sintió una chispa de confianza. Se dio cuenta de que no era perfecta, y ¡eso estaba bien! La amistad y el apoyo de sus amigas la hacían sentir especial.

Al volver a casa, Sofía contó todo a su mamá.

- Mamá, hoy jugué a la rayuela y me sentí muy bien - dijo emocionada.

La mamá de Sofía sonrió y le acarició la cabeza:

- Estoy tan orgullosa de ti, Sofía. Recuerda siempre que lo importante es disfrutar y creer en ti misma. Tienes un corazón lleno de amor y eso te hace única.

Días después, la maestra organizó un concurso de talentos. Sofía amaba bailar, pero tenía miedo de presentarse.

- No sé si puedo - dijo con voz temerosa a Valentina.

- ¡Claro que sí! Tienes que creer en vos misma como lo hiciste en la rayuela. ¡Yo te voy a ayudar! - la animó Valentina.

Sofía decidió inscribirse. Con cada ensayo, recitaba sus afirmaciones antes de bailar. Aunque se sentía nerviosa, sus amigas siempre estaban ahí para apoyarla. El día del concurso llegó y Sofía estaba lista.

- Recuerda, Sofía, ¡sos increíble! - le dijo Valentina antes de que llegara su turno.

Cuando subió al escenario, su corazón latía rápido, pero en cuanto comenzó a bailar, sintió la música fluir dentro de ella. Al terminar, recibió una ovación de su familia y amigos.

- ¡Bravo, Sofía! - gritaron. - ¡Fuiste genial! -

Sofía, con los ojos brillantes, se dio cuenta de que lo importante era no rendirse y disfrutar de lo que hacía. Al final, no ganó el primer premio, pero no le importó. Lo que realmente le importaba era la confianza, el amor de sus amistades y la alegría de haberse atrevido a seguir su pasión.

Ese día, Sofía volvió a casa con una gran sonrisa y le contó todo a su mamá:

- ¡Mamá, bailé con todas mis fuerzas! Aunque no gané, me sentí feliz - dijo mientras abrazaba a su mamá.

- Eso es lo que importa, mi amor. El amor y la amistad siempre ganan. Ahora, ¿qué afirmaciones positivas escribiremos juntas para mañana? - propuso su mamá.

Sofía miró a su mamá, recordando lo lejos que había llegado y cómo las afirmaciones positivas la habían acompañado en el camino.

- Vamos a escribir: 'Soy valiente', 'Soy amada', y 'Puedo lograr todo lo que me proponga' - respondió con entusiasmo.

Y así, Sofía entendió que tener autoestima es importante, pero rodearse de amor y amistad lo es aún más. Porque con cada afirmación, se hacía más fuerte y más feliz. Y cada día, se miraba al espejo y decía con firmeza:

- ¡Soy brillante como las estrellas!

Desde entonces, Sofía siguió danzando en su vida, siempre con el apoyo de su familia y amigas, y recordando lo valiosa que era. Así, su brillo iluminó el corazón de todos los que la conocían.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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