El brillo de Valentina



Valentina era la niña más tímida del salón. Siempre se mantenía en silencio, con la mirada baja y las mejillas sonrojadas. Le costaba mucho trabajo hacer amigos, y prefería pasar desapercibida en lugar de llamar la atención.

Un día, la maestra propuso a los alumnos un proyecto especial: organizar un espectáculo para recaudar fondos para un hogar de niños necesitados.

Todos los niños se entusiasmaron con la idea, menos Valentina, quien temblaba de solo pensar en tener que actuar frente a tanta gente. -¿Qué te parece, Valentina? -preguntó la maestra con una tierna sonrisa. Valentina titubeó, pero finalmente asintió con timidez. A lo largo de las semanas, los niños se dividieron en grupos para planificar el espectáculo.

Valentina se unió al grupo de baile, aunque le costaba seguir los pasos y hacerlo en público le daba mucho miedo. Con el apoyo de sus compañeros de baile, practicó una y otra vez, superando sus propios temores.

Llegó el día del espectáculo y Valentina estaba nerviosa, pero decidida a dar lo mejor de sí. Cuando salió al escenario, se sintió abrumada por los flashes de las luces y el murmullo de la gente.

Sin embargo, al ver a su familia y amigos entre el público, recordó por qué lo estaba haciendo. Con valentía, comenzó a bailar, concentrándose en la música y en sus compañeros. Al terminar la presentación, el público estalló en aplausos, y Valentina sintió un cálido brillo en su interior.

Había vencido su timidez y se dio cuenta de que, a veces, enfrentar los miedos puede llevar a experiencias maravillosas.

A partir de ese día, Valentina empezó a ganar confianza en sí misma, mostrando su verdadero brillo en el salón y haciendo nuevos amigos gracias a su valentía y determinación.

FIN.

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