El brillo invisible



Había una vez una joven llamada Abi que decidió mudarse a la gran ciudad en busca de nuevas oportunidades. Después de mucho esfuerzo, logró conseguir un trabajo en un pequeño local ubicado en el centro.

Abi estaba emocionada por comenzar su nueva etapa laboral, pero algo extraño empezó a suceder desde su primera noche de trabajo.

Cada noche, cuando la luna brillaba en lo alto del cielo y las calles se volvían silenciosas, una niña vestida con ropa sucia y rota aparecía misteriosamente en el local. Al principio, Abi pensó que era solo su imaginación jugándole una mala pasada.

Pero cada noche la niña regresaba y se quedaba allí durante un rato antes de desaparecer sin dejar rastro alguno. Esto intrigó a Abi y decidió preguntarle a su compañero sobre esta extraña situación. "Oye, ¿has visto alguna vez a esa niña que viene todas las noches al local?" -preguntó Abi con curiosidad.

Su compañero pareció sorprendido por la pregunta y respondió: "¿Qué niña? Nunca he visto entrar a ninguna niña aquí". Abi quedó desconcertada ante esta respuesta.

¿Acaso ella era la única capaz de ver a esa misteriosa niña? Decidió investigar más sobre este fenómeno para descubrir quién era esa pequeña visitante nocturna. Una noche, mientras observaba atentamente el lugar desde detrás del mostrador, vio cómo la niña aparecía nuevamente. Esta vez, Abi decidió acercarse sigilosamente y entablar una conversación.

"Hola, ¿cómo te llamas?" -preguntó Abi con amabilidad. La niña la miró con sus ojos brillantes y respondió tímidamente: "Me llamo Luna". Abi sintió un escalofrío recorrer su espalda. El nombre de la niña era tan mágico como ella misma.

Decidió que era hora de descubrir qué le estaba sucediendo a Luna y por qué solo ella podía verla.

Con el paso del tiempo, Abi se dio cuenta de que Luna había perdido a sus padres en un trágico accidente y se encontraba sola en el mundo. La pequeña niña no tenía a nadie que cuidara de ella y vagaba por las calles buscando refugio. Entonces, Abi decidió hacer algo especial por Luna.

Comenzó a llevarla libros para que pudiera aprender, ropa nueva para reemplazar su ropa rota y comida caliente para llenar su estómago vacío. Juntas pasaban horas hablando sobre sueños, esperanzas y la importancia de nunca rendirse ante los obstáculos.

Poco a poco, Abi notó cambios positivos en Luna. Su espíritu comenzó a fortalecerse y su confianza creció día tras día. La niña empezó a tener sueños grandes e inspiradores, soñando con convertirse en una bailarina famosa algún día.

Abi decidió ayudar a Luna a cumplir ese sueño también. Reunió fondos entre sus amigos y conocidos para pagar las clases de baile que tanto anhelaba Luna. Juntas buscaron academias cercanas donde pudiera comenzar su entrenamiento.

Con el tiempo, Luna se convirtió en una talentosa bailarina y su historia de superación inspiró a muchas personas. Abi se llenó de alegría al ver cómo la niña que solo ella podía ver había logrado alcanzar sus sueños gracias a su apoyo incondicional.

La historia de Abi y Luna nos enseña la importancia de ayudar a quienes más lo necesitan, incluso si son invisibles para los demás.

A veces, todo lo que alguien necesita es una mano amiga para poder brillar y alcanzar sus metas. Desde entonces, Abi continuó trabajando en el local durante las noches, pero nunca volvió a ver a Luna.

Sin embargo, siempre llevaba consigo un recuerdo especial: una fotografía de ambas sonriendo juntas como símbolo del amor y la amistad que trascendió lo visible.

Y así, cada vez que alguien visitaba el local y preguntaba sobre esa foto, Abi les contaba la historia de Luna, la niña invisible que encontró su camino hacia la luz gracias al amor desinteresado de una joven llamada Abi.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!
1