El brillo mágico de Teté


Había una vez un unicornio llamado Teté que vivía en un hermoso bosque lleno de flores y árboles.

Teté era muy especial, ya que cada vez que conocía a alguien nuevo, se ponía tan feliz que su cuerno brillaba con intensidad. Un día, mientras paseaba por el bosque, escuchó risas de niños. Se acercó sigilosamente y vio a una pequeña niña llamada Mora jugando con su perrito Rocky.

Teté no podía contener su emoción y se acercó lentamente hacia ellos. Cuando Mora lo vio, sus ojos se iluminaron y corrió hacia él para abrazarlo. "¡Hola Teté! ¿Quieres jugar con nosotros?"- preguntó Mora emocionada. Teté asintió con la cabeza y comenzaron a jugar juntos en el bosque.

Saltaban entre las flores, perseguían mariposas y corrían detrás de Rocky. Mientras jugaban, Teté les contó historias sobre los animales del bosque y les enseñó cómo cuidarlos.

También hablaron sobre la importancia de ser amables con los demás y ayudar siempre que puedan. De repente, escucharon ruidos extraños provenientes del otro lado del bosque. Era un grupo de cazadores furtivos que estaban cazando animales ilegalmente en el bosque.

Teté sabía que tenía que hacer algo para proteger a sus amigos del peligro. Les indicó rápidamente cómo salir del bosque sin ser vistos por los cazadores furtivos. "Mora, toma mi cola y sígueme"- dijo Teté.

Mora y Rocky agarraron la cola de Teté y lo siguieron a través del bosque, escondiéndose detrás de los árboles para no ser vistos. Finalmente, lograron salir del bosque sin problemas. Mora y Rocky agradecieron a Teté por salvarlos y prometieron volver pronto para jugar juntos otra vez.

Teté se sintió muy feliz al haber ayudado a sus nuevos amigos. Sabía que había hecho lo correcto al proteger el bosque y sus habitantes.

Desde ese día en adelante, Teté, Mora y Rocky se convirtieron en los mejores amigos y pasaban todos los días juntos en el bosque aprendiendo cosas nuevas e imaginando aventuras emocionantes.

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