El brillo perdido de Estrellita
Había una vez en el cielo una estrella llamada Estrellita, que era la más brillante y hermosa de todas. Todas las noches iluminaba el cielo con su resplandor, y todos los habitantes del universo la admiraban.
Sin embargo, una noche, algo extraño sucedió: Estrellita ya no brillaba con la misma intensidad. Se sentía apagada y triste, y no entendía por qué. -
- '¿Qué me está sucediendo?', se preguntaba preocupada, y comenzó a buscar respuestas.
Decidió emprender un viaje por el universo en busca de ayuda y conocimiento. En su camino se encontró con la Luna, que al verla apagada le preguntó qué le pasaba.
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- 'Estoy triste, ya no brillo como antes, y no sé qué hacer', respondió Estrellita con tristeza. La Luna, sabia y comprensiva, le dijo que a veces todos pasamos por momentos en los que perdemos nuestro brillo, pero que siempre hay una solución.
La Luna le recomendó que buscara al Sabio de las Galaxias, un ser anciano que poseía conocimientos milenarios. Estrellita siguió el consejo de la Luna y, luego de un largo viaje, finalmente encontró al Sabio.
Él le explicó que su brillo se había debilitado porque había olvidado la importancia de compartir su luz con los demás. Le enseñó que el verdadero brillo de una estrella reside en iluminar la vida de los demás con amor y bondad.
Con estas palabras, Estrellita comprendió que debía volver a brillar no solo para ella misma, sino para beneficio de todos. Decidió regresar al cielo con un propósito renovado.
Desde ese día, Estrellita se esforzó por compartir su luz con todas las criaturas del universo, iluminando los sueños de los niños, guiando a los viajeros y alegrando los corazones tristes. Pronto, su brillo recuperó toda su intensidad, pero esta vez lo hacía con un amoroso resplandor que llenaba de alegría a todos los que la veían.
Y así, Estrellita aprendió que el verdadero brillo de una estrella no se mide en intensidad, sino en la luz que es capaz de llevar a los demás.
FIN.