El brócoli que cambió de hábitos

Había una vez un brócoli llamado Broqui, que vivía en el fondo de una nevera junto a muchos otros vegetales. A Broqui le encantaba observar a la familia que vivía en la casa, especialmente cuando comían pizza.

Él se moría de ganas de probarla, pero sabía que las pizzas estaban llenas de queso y jamón, cosas que no eran buenas para su salud. "¡Oh, cómo desearía poder comer pizza como la familia!" se lamentaba Broqui.

Un día, cansado de solo desearlo, decidió hablar con sus amigos zanahoria y pimiento. "¿No están hartos de solo ser guarnición?", les preguntó. Juntos, decidieron ir a ver al sabio tomate Cherry que vivía en la alacena.

Cherry les explicó que cada uno de ellos tenía cualidades especiales que los hacían saludables, fuertes y valiosos. Les sugirió que podían unirse y crear una deliciosa y nutritiva ensalada.

Emprendieron un viaje por la cocina, recolectando otros ingredientes y, al juntarse, descubrieron que formaban una ensalada deliciosa y colorida. A partir de ese día, Broqui ya no ansiaba la pizza, se sentía feliz y satisfecho de ser parte de algo más grande y significativo, siempre recordando que cuidar su salud era la mejor elección.