El Brujo Feo y la Montaña de la Sabiduría



En un pueblo lejano, había un malvado brujo feo y odioso que odiaba la felicidad y deseaba hacer daño a todas las personas del lugar. Su malvado poder oscurecía el cielo, llenando los corazones de miedo y tristeza.

Cada día, el brujo tejía más hechizos para sembrar la desdicha. Los habitantes, agotados por esta situación, decidieron reunirse e ir a una montaña sagrada para conversar con el creador.

—Amigos —dijo el anciano del pueblo—, debemos buscar la sabiduría y el amor del creador para vencer al malvado brujo. Todos asintieron con determinación y se encaminaron hacia la montaña. En el ascenso, se encontraron con desafíos que ponían a prueba su valentía, pero juntos lograron superarlos.

Alcanzaron la cima, donde una luz brillante los envolvió. La voz del creador resonó suavemente en sus corazones, llenándolos de coraje y esperanza. —Mis amados hijos —dijo el creador—, la verdadera fuerza radica en el amor y la unión.

Cuando el mal ataque con su peor hechizo, recuérdenlo y hagan brillar la luz de su amor interior. Con esta sabiduría en sus corazones, los habitantes regresaron al pueblo.

El malvado brujo desató su hechizo más oscuro, pero los habitantes se abrazaron, recordaron las palabras del creador y irradiaron amor. El hechizo se disipó, y el brujo, sorprendido, se transformó en un ser amoroso.

Desde aquel día, el pueblo floreció en armonía, recordando siempre que el amor y la unión son la verdadera fuerza que disipa cualquier oscuridad.

FIN.

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