El buho perdido
Francisco y Juanita vivían cerca de un hermoso bosque, donde solían jugar y explorar. Un día, decidieron aventurarse un poco más adentro del bosque, pero al llegar a una zona más densa, comenzaron a escuchar ruidos extraños.
Francisco se asustó y le dijo a Juanita: "¡Escucha! ¿Escuchaste ese ruido? Parece que algo nos está siguiendo."- Juanita, un poco nerviosa, contestó: "Sí, yo también lo escuché. ¡Quizás sea un monstruo!".
Con mucho miedo, los dos niños se abrazaron y comenzaron a buscar entre los árboles, tratando de descubrir de dónde provenía el sonido. De repente, vieron algo moviéndose entre las ramas. Para su sorpresa, descubrieron que era un pequeño búho. El búho estaba asustado y triste.
Francisco se acercó con cuidado y le preguntó: "¿Qué te pasa, pequeño búho? ¿Estás perdido?". El búho asintió con tristeza y les contó que se había separado de su mamá y no sabía cómo regresar a su nido.
Juanita, conmovida, le dijo: "No te preocupes, te ayudaremos a encontrar a tu mamá". Los niños se pusieron en marcha, siguiendo el sonido lejano de una lechuza. Después de un largo camino, finalmente encontraron a la mamá búho.
El búho pequeño corrió hacia ella, feliz de reunirse de nuevo. La mamá búho agradeció a Francisco y Juanita por ayudar a su hijo y les dijo: "Gracias por cuidar de mi pequeño. Su valentía y compasión merecen ser recompensadas".
Los niños regresaron a casa con una lección aprendida: nunca juzgar a algo desconocido solo por sus sonidos, y siempre estar dispuestos a ayudar a aquellos que lo necesitan.
Desde ese día, Francisco y Juanita se convirtieron en los amigos del bosque, siempre dispuestos a ayudar a cualquier criatura que requiriera de su bondad.
FIN.