El búho sabio Oli y el misterio de la montaña



En un pintoresco pueblo situado en las faldas de altas montañas vivía un búho sabio llamado Oli. Este sabio búho era conocido en toda la región por su gran sabiduría y su habilidad para resolver problemas. Todos los animales del lugar acudían a él en busca de consejo y orientación.

Una mañana, Oli fue despertado por un alboroto en la plaza del pueblo. Al asomarse desde la rama de un árbol, vio a los animales del pueblo en estado de preocupación. El arroyo que abastecía al pueblo se había secado, dejando a todos sin agua para beber. Los animales, desesperados, decidieron acudir a Oli en busca de ayuda.

- ¡Oli, por favor ayúdanos! ¡El arroyo se ha secado y no tenemos agua! - exclamó el conejo, visiblemente angustiado.

Oli escuchó atentamente y les prometió que investigaría el problema. Decidió emprender un viaje a la cima de la montaña, donde nacía el arroyo, para encontrar una solución. Con su aguda visión y su sabiduría, Oli sabía que debía descubrir la causa de la sequía.

Al llegar a la cima, Oli descubrió algo sorprendente. Un grupo de castores había construido una presa que desviaba el flujo del agua, causando la sequía en el pueblo. Los castores, motivados por sus propios intereses, habían perturbado el equilibrio natural del arroyo.

Sin dudarlo, Oli se acercó a los castores y les explicó la situación. Con paciencia y sabiduría, logró persuadirlos para que desmantelaran la presa y permitieran que el agua fluyera libremente. Una vez que el arroyo recuperó su cauce, el agua volvió a fluir cristalina y fresca, abasteciendo al pueblo una vez más.

Los animales del pueblo estaban llenos de gratitud hacia Oli, quien les enseñó una valiosa lección sobre la importancia de respetar y cuidar la naturaleza. Desde ese día, el arroyo continuó proporcionando agua abundante al pueblo, y los animales aprendieron a trabajar juntos para proteger su entorno.

Oli se convirtió en un símbolo de sabiduría y respeto por la naturaleza, y su legado perduró en el corazón de todos los animales del pueblo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!