El Burro Sabio
En un hermoso jardín, donde los colores danzaban y las flores brillaban, nació un burro llamado Mensajero. Desde que salió a la luz, Mensajero supo que su destino era especial. El viento susurraba suavemente entre los árboles, y las aves cantaban melodías alegres. "¡Hola, pequeño amigo!"- dijo una mariposa que pasaba volando. "¡Hola! Soy Mensajero. ¿Qué haces por aquí?"- respondió el burro. "Voy a llevar mensajes de alegría a todos los rincones de este hermoso mundo."- dijo la mariposa. Desde ese momento, Mensajero supo que podría convertirse en un mensajero de alegría también.
Con el tiempo, el burro se fue aventurando por el jardín y, sin darse cuenta, comenzó a escuchar historias de criaturas mágicas y de personas valientes. Un día, mientras paseaba cerca del río, vio a una mujer llamada Miriam, que se encontraba preocupada. "¿Qué te pasa?"- le preguntó Mensajero. "Debo cruzar este río, pero no sé cómo hacerlo. Mis amigos me esperan al otro lado."- respondió ella. Sin pensarlo, Mensajero se ofreció a ayudarla. "¡Subí a mi lomo! Te llevaré al otro lado."- dijo el burro con entusiasmo. Y así, juntos cruzaron el río, mientras Miriam le agradecía.
A medida que pasaban los días, Mensajero escuchaba historias de valentía en el jardín. Un día, vio a un niño llamado David enfrentándose a un gigante llamado Goliat. "¿Por qué no huyes?"- le preguntó el burro, curioso. "Porque sé que la valentía y la fe son más fuertes que cualquier gigante, amigo burro."- respondió David. Mensajero quedó impresionado por la valentía del niño y decidió unirse a él en su aventura. Juntos, derrotaron a Goliat con astucia y valentía.
La fama de Mensajero como el burro valiente se extendió por todo el jardín. Las criaturas venían a pedirle ayuda y consejo. Un día, se encontró con un grupo de ovejas que estaban perdidas. "¡Ayúdanos! No encontramos el camino a casa!"- gimieron. "¡Síganme! Conozco este jardín mejor que nadie."- dijo Mensajero, y con su ayuda, las ovejas prontamente regresaron a su hogar.
En otra ocasión, Mensajero conoció a un carpintero llamado José y a su esposa María, que buscaban un lugar donde quedarse. "No saben lo difícil que es encontrar un lugar cómodo en esta ciudad. Por favor, ayúdennos!"- dijeron con desesperación. Mensajero pensó rápidamente. "Yo tengo un lugar especial donde pueden descansar."- ofreció, llevándolos a un establo tranquilo lleno de paja suave. José y María no podían creer su buena fortuna.
La noche que nació el pequeño Jesús fue mágica. Mensajero se encontraba allí, rodeado de estrellas brillantes. "¡Es un milagro!"- exclamó con asombro. "¡Este pequeño traerá esperanza al mundo!"- añadió, mientras veía a todos los visitantes que venían a ver al niño. Desde ese día, Mensajero se convirtió en el guardián de aquellos momentos especiales, iluminando la senda de quienes lo necesitaban.
Con el paso del tiempo, Mensajero también aprendió que el amor y la amistad son poderes aún más grandes que la valentía. Vio cómo los personajes valientes luchaban y ayudaban a otros. Así, sus aventuras se volvieron cada vez más emocionantes, y cada día prometía ser nuevo. Mensajero presenció la creación del mundo desde su sencillo hogar, llevando alegría, valentía y amor a cada rincón que visitaba. "Siempre estaré aquí, guiando a los demás hacia un camino de luz y esperanza."- pronunciaba orgulloso, mientras continuaba su misión de mensajero en el jardín que tanto amaba.
Y así, la historia de Mensajero, el burro sabio que estuvo presente en todas las historias del jardín, se convirtió en una leyenda, recordando a todos que un pequeño puede hacer grandes cosas si lleva amor en su corazón.
FIN.