El burro vanidoso



En una tranquila granja de la campiña argentina vivía un burro llamado Rodolfo. Rodolfo era un burro muy vanidoso que siempre se burlaba de los demás animales de la granja.

Se paseaba con aires de superioridad, creyéndose el más hermoso y el más inteligente de todos. "Miren a esos patos torpes y feos", decía burlándose. "¡Y esa vaca tan grande y tonta!" Pero un día, cansados de sus burlas, los demás animales decidieron darle una lección a Rodolfo.

Planearon hacerle creer que había sido escogido como el animal más especial y valioso por el granjero. Rodolfo, emocionado por la noticia, se pavoneaba por toda la granja, alardeando de su supuesta importancia.

"Yo siempre supe que era el mejor", decía con orgullo. Pero cuando el granjero finalmente lo llamó, no fue para elogiarlo, sino para darle la tarea más humilde y pesada: llevar una carretilla llena de estiércol al campo. Rodolfo, furioso y avergonzado, comprendió entonces la lección.

A partir de ese día, aprendió a ser humilde y a tratar a los demás con respeto, entendiendo que la verdadera grandeza no está en la vanidad, sino en la humildad y la amabilidad.

Desde entonces, se convirtió en un burro ejemplar, ayudando a los demás animales y compartiendo su sabiduría con ellos.

FIN.

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