El burro y los sapos aventureros



Había una vez un burro llamado Pancho que vivía en un hermoso campo al pie de una imponente montaña. Pancho pasaba sus días recorriendo el campo y disfrutando de la tranquilidad del lugar. Un día, mientras Pancho disfrutaba de un baño en el arroyo, escuchó un extraño sonido. Al acercarse, descubrió que provenía de un grupo de sapos que estaba buscando ayuda.

- ¿Qué les sucede, amigos sapos? - preguntó Pancho con curiosidad. Los sapos explicaron que su hogar, un precioso lago en la cima de la montaña, estaba en peligro debido a la sequía. Pancho, conmovido por la situación de los sapos, decidió ayudarlos. Juntos idearon un plan para llevar agua hasta el lago en la cima de la montaña.

Pancho, con su fuerza, cargaría grandes recipientes de agua desde el arroyo hasta la cima, mientras que los sapos, con su agilidad, se encargarían de guiarlo por el complicado camino. Así, emprendieron la aventura.

El camino hacia la cima de la montaña estaba lleno de desafíos: rocas resbaladizas, senderos estrechos y obstáculos inesperados. Sin embargo, con ingenio, valentía y trabajo en equipo, lograron superar cada obstáculo. Finalmente, llegaron al lago y descargaron el agua, devolviendo la vida al lugar. Los sapos, agradecidos, celebraron con algarabía y Pancho se sintió feliz de haber ayudado.

Desde ese día, los sapos y Pancho se convirtieron en grandes amigos, y juntos demostraron que con solidaridad, esfuerzo y trabajo en equipo, se pueden lograr cosas maravillosas. Y así, el campo, el arroyo, la montaña, los sapos y el burro vivieron muchas aventuras juntos, siempre dispuestos a ayudarse mutuamente.

FIN.

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