El Caballero, las Princesas y la Bruja Malvada
En un reino lejano, donde la magia fluía en cada rincón, vivía un valiente caballero llamado Santi. Este noble guerrero era conocido en todo el reino por su valentía y su amor por la justicia. Pero no estaba solo en sus aventuras. Dos princesas, Elisa e Ines, también soñaban con hacer de su reino un lugar mejor.
Un día, una nube oscura cubrió el sol y una bruja malvada apareció de la nada. Su nombre era Morfina y su magia estaba destinada a sembrar el pánico y la tristeza en el reino.
"¡Ja! ¡Nadie podrá detenerme! Con mis poderes, haré que todos en este reino sean miserables!" - rió Morfina al lanzar un rayo de energía oscura.
Los aldeanos, aterrados, corrieron a buscar ayuda. Santi, Elisa e Ines sabían que tenían que actuar rápido.
"¡Debemos unir fuerzas y enfrentarnos a Morfina!" - dijo Santi con determinación.
"Pero ¿cómo la derrotaremos? Ella es muy poderosa..." - preguntó la Princesa Elisa, preocupada.
"No importa cuán fuerte sea, si trabajamos juntos, encontraremos la manera de detenerla. El amor y el trabajo en equipo siempre triunfan" - respondió Ines, con fe en su plan.
Así, los tres comenzaron a trazar un plan. Sabían que la bruja malvada tenía un punto débil: su falta de amor. Decidieron que debían encontrar la manera de tocar su corazón.
El día del enfrentamiento llegó. Morfina estaba en el centro del pueblo, cubriendo todo de sombras y tristeza.
"¿Quién se atreve a desafiarme?" - gritó.
"¡Nosotros!" - respondieron Santi, Elisa e Ines juntos.
"Eso no me asusta, niñitos. ¿Qué pueden hacer contra mí?" - replicó Morfina burlándose.
El caballero Santi fue el primero en atacar. Con su espada mágica, lanzó un rayo de luz hacia la bruja.
"¡Toma esto! ¡Por la justicia!" - exclamó.
La bruja, sorprendentemente, bloqueó el ataque.
"¿Eso es todo lo que tienen?" - dijo, riendo a carcajadas.
Las princesas, viendo que su amigo estaba en problemas, decidieron actuar.
"¡Santi, espera!" - gritó Ines.
"¡Lo que Morfina necesita es un poco de amistad!" - agregó Elisa.
Las dos princesas comenzaron a entonar una suave melodía, una canción sobre el amor y la amistad, una que habían aprendido de su madre. A medida que cantaban, una luz brillante comenzó a emanar de sus corazones. El aire se llenó de bonitos recuerdos y risas.
"¿Qué es esto?" - preguntó Morfina, confundida.
"Es magia verdadera, la magia del amor y la alegría. ¡La que tú no conoces!" - respondió Ines con voz firme.
El canto de las princesas se volvió más fuerte y más hermoso, y la luz se intensificó, envolviendo a Santi y a Morfina.
"¡Cállense! ¡No puedo soportarlo!" - gritó la bruja. Pero ya era demasiado tarde. La luz de la amistad la había alcanzado y comenzó a debilitar sus poderes.
De repente, la bruja sintió un cambio en su interior. Todos los momentos solitarios que había vivido comenzaron a aparecer en su mente.
"No... ¡Yo no quiero sentir esto!" - dijo, pero su voz ya no sonaba tan enojada.
"Puedes cambiar, Morfina. Solo tienes que permitir que el amor entre en tu corazón" - dijo Santi, acercándose con valentía.
La bruja, tocada por la bondad del caballero y las princesas, empezó a detenerse. La oscuridad que la rodeaba comenzó a desvanecerse.
"Quizás... quizás no debería ser así..." - murmuró Morfina.
Con un último canto de las princesas y la valentía de Santi, la oscuridad se desvaneció por completo y la bruja fue transformada. En lugar de una figura malvada, se convirtió en una anciana, y de sus ojos brotaron lágrimas de dolor y soledad.
"Lo siento... No sabía lo que era el amor..." - dijo Morfina, con lágrimas en los ojos.
"Ahora lo puedes aprender. Ven con nosotros y sé parte de nuestra familia" - la invitó Elisa, extendiendo su mano.
Morfina, con una sonrisa tímida, aceptó la invitación. A partir de ese día, el reino floreció de nuevo y cada corazón aprendió que incluso aquellos que parecen malvados pueden cambiar y que el amor y el trabajo en equipo son los verdaderos poderes que salvan.
Y así, Santi, Elisa, Ines y Morfina vivieron muchas aventuras juntos, recordando siempre lo importante que es la amistad y la bondad.
"¡Por un reino lleno de luz y amor!" - gritaron todos juntos, celebrando la victoria sobre la oscuridad, y así el reino jamás conoció el miedo otra vez.
FIN.