El caballo y la gallina




En un hermoso pueblo en el campo vivían un caballo llamado Ramón y una gallina llamada Carmencita. Ramón era un caballo altivo y valiente, siempre trotando por los campos con su melena al viento. Carmencita, en cambio, era una gallina muy cálida y cariñosa, que pasaba sus días cacareando y buscando gusanitos en la tierra.

Un día, una gran tormenta azotó el pueblo y destruyó el gallinero de Carmencita. Estaba desesperada, sin un lugar seguro para dormir. Ramón, al verla tan afligida, se acercó y le dijo: "Carmencita, no te preocupes, yo te ayudaré a reconstruir tu gallinero. Juntos somos más fuertes". Sorprendida por la generosidad del imponente caballo, la gallina aceptó la ayuda.

Durante días, trabajaron juntos, el caballo cargando maderas y la gallina buscando objetos útiles. A medida que avanzaban, la amistad entre ellos crecía. Entre risas, juegos y charlas, el gallinero tomaba forma. Finalmente, construyeron un hogar más seguro y confortable que el anterior.

Con el tiempo, más animales del pueblo se unieron para ayudar a reconstruir lo que la tormenta había destruido. Ramón y Carmencita se habían convertido en un ejemplo de unidad y colaboración para todos los habitantes del pueblo.

Gracias a su valentía y a su espíritu solidario, el caballo y la gallina demostraron que, aunque parecían muy diferentes, juntos podían lograr grandes cosas. Desde ese día, fueron inseparables y su amistad perduró para siempre, recordándonos que la verdadera fortaleza reside en la unión y en la colaboración mutua.

FIN.

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