El cachorro del bosque

Había una vez una familia muy feliz compuesta por German, Nadia y sus dos hijos Ignacio y Octavio. Vivían en una casa rodeada de árboles frutales y animales salvajes como conejos, zorros y aves exóticas.

Un día, mientras paseaban por el bosque, encontraron un pequeño cachorro abandonado. Era un perro callejero que parecía haber sido maltratado. Los niños inmediatamente se enamoraron del cachorro y suplicaron a sus padres que lo adoptaran.

Los padres discutieron la idea entre ellos y finalmente decidieron llevar al cachorro a casa para cuidarlo. Los niños estaban tan felices que le pusieron el nombre de —"Pepito" . Con el tiempo, Pepito creció fuerte y saludable gracias a los cuidados amorosos de la familia.

Pero un día, cuando salieron a caminar nuevamente por el bosque, Pepito desapareció sin dejar rastro. Ignacio y Octavio estaban destrozados por la pérdida de su querido amigo animal.

Buscaron en todos los rincones del bosque pero no pudieron encontrarlo. Después de varios días sin noticias de Pepito, German decidió buscar ayuda para encontrarlo. Preguntó a todos los vecinos del pueblo si habían visto algo o sabían algo sobre su paradero.

Finalmente, recibió una llamada informándole que alguien había encontrado al perro vagando cerca del lago cercano al pueblo. La familia corrió hacia allí lo más rápido posible.

Cuando llegaron al lago vieron que Pepito estaba en brazos de un niño pequeño llorando desconsoladamente porque había perdido a su mascota, un gato llamado —"Michi" . La familia se acercó al niño y le preguntó si quería quedarse con Pepito. El niño aceptó encantado.

Ignacio y Octavio aprendieron una gran lección de amor y compasión hacia los animales y cómo pueden ayudar a otros a ser felices también. Además, aprendieron que en la vida hay giros inesperados pero siempre hay una manera de encontrar la felicidad nuevamente.

Desde ese día en adelante, German, Nadia e Ignacio y Octavio hicieron todo lo posible para ayudar a otros animales necesitados del bosque. Y así vivieron felices para siempre rodeados de amor y compasión por todas las criaturas vivientes. - Fin -