El cachorro valiente
Había una vez un niño llamado Steven, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Steven era muy aventurero y siempre estaba buscando nuevas emociones.
Un día, mientras paseaba por el bosque cerca de su casa, escuchó un débil llanto proveniente de entre los árboles. Steven siguió el sonido y se encontró con un cachorro abandonado. El pobre animalito tenía miedo y estaba temblando de frío.
Sin dudarlo, Steven lo abrazó y le dio calor con su chaqueta. "No te preocupes, pequeño amigo. Desde ahora te llamarás Zeus", dijo Steven mientras acariciaba al cachorro. Zeus ladró felizmente y comenzaron a jugar juntos.
Se convirtieron en los mejores amigos y pasaban todo el tiempo juntos explorando el bosque. Un día, mientras jugaban cerca del río, Zeus vio algo brillante flotando en el agua. Sin pensarlo dos veces, saltó al río para atraparlo.
Pero la corriente era fuerte y arrastró a Zeus rápidamente aguas abajo. Steven entró en pánico al ver a su amigo desaparecer bajo las aguas turbulentas del río. Sin embargo, no iba a rendirse tan fácilmente.
"¡No te preocupes Zeus! ¡Voy a salvarte!", gritó Steven determinado mientras corría junto al río tratando de seguirlo. Desesperadamente buscaba una forma de rescatar a Zeus cuando vio unas ramas caídas formando una especie de puente natural sobre el río.
Con valentía e ingenio, decidió usar esas ramas para cruzar y alcanzar a su amigo. Con mucho cuidado, Steven se adentró en el río y comenzó a atravesar el puente improvisado. El agua estaba fría y las ramas resbaladizas, pero él no se dio por vencido.
Finalmente, después de una lucha intensa contra la corriente, Steven llegó al otro lado del río. Allí encontró a Zeus empapado y temblando de miedo en una pequeña cueva.
"¡Zeus! ¡Estás a salvo!", exclamó Steven con alivio mientras abrazaba a su amigo animal. Juntos volvieron a casa, donde los esperaban sus padres preocupados. Les contaron lo que había sucedido y todos celebraron el valiente acto de Steven. Desde ese día, Zeus siempre estuvo junto a Steven en todas sus aventuras.
Ambos aprendieron la importancia de la amistad verdadera y cómo superar obstáculos juntos.
Y así, Steven al rescate de su amigo Zeus el cachorro se convirtió en una historia inspiradora para todos los niños del pueblo, recordándoles que nunca deben rendirse cuando alguien necesita ayuda y que siempre hay un héroe dentro de cada uno de nosotros.
FIN.