El cacique en su choza
En la aldea rodeada de montañas y ríos brillantes, vivía un cacique sabio llamado Nahuel. Todos los días, al amanecer, iba a pescar al lago con su lanza. Un día, mientras pescaba, el sol resplandecía como nunca, y sintió que algo especial iba a suceder. "- Hoy el día parece distinto - pensó Nahuel mientras sacaba un pez plateado que relucía bajo la luz del sol. "- ¡Este pez será el mejor de todos! - exclamó entusiasmado.
Cuando regresó a su choza, la luna comenzó a asomar entre las nubes, llenando el cielo de luces plateadas. Las estrellas titilaban y bailaban en la oscuridad, y Nahuel decidió que era el momento ideal para compartir su historia. Así que, reunió a los niños de la aldea y con el pez en mano, comenzó a contarles sobre la importancia de cuidar la naturaleza. "- Cada pez, cada árbol, es un regalo del mundo - les explicó, mientras ellos lo escuchaban con ojos asombrados.
Esa noche, a medida que la luna brillaba con fuerza, Nahuel tuvo una idea: organizar una danza bajo las estrellas para celebrar y agradecer todo lo que la naturaleza les daba. "- ¡Haremos una gran danza! - proclamó, moviendo su largo penacho de plumas de colores que se elevaba con cada movimiento. Los niños, emocionados, comenzaron a practicar pasos de danza, imitando las olas del mar y los movimientos de los animales.
Finalmente, llegó la noche de la danza. Todos se reunieron alrededor de la choza, llenos de alegría y energía. Al ritmo de los tambores, bailaron y cantaron agradeciendo a la naturaleza. "- ¡Gracias a todos por cuidar nuestro hogar! - gritó Nahuel mientras una estrella fugaz atravesaba el cielo. En ese momento, los niños entendieron que cuidar y respetar la naturaleza era tan importante como disfrutar de sus maravillas, dejándolos con un corazón lleno de amor y gratitud por el mundo que los rodeaba.
FIN.