El cambio de Enrique



Enrique era un niño muy inquieto y desobediente. Siempre estaba metido en problemas en el colegio y en casa. No le gustaba seguir las reglas y muchas veces se portaba mal con sus compañeros.

Un día, después de clases, Enrique vio a un grupo de niños molestando a una niña llamada Valeria. Le estaban diciendo cosas feas y riéndose de ella.

Aunque Enrique solía ser travieso, algo dentro de él lo impulsó a hacer algo bueno por primera vez.

Se acercó al grupo de niños que molestaban a Valeria y les dijo con firmeza: "- ¡Dejen de molestarla! ¿Acaso no tienen nada mejor que hacer que fastidiar a los demás?" Los niños se sorprendieron al ver la valentía repentina de Enrique y decidieron irse. Valeria miró a Enrique con gratitud en sus ojos. "- Gracias por ayudarme", dijo tímidamente. Desde ese día, Enrique y Valeria se hicieron amigos inseparables.

Compartían almuerzos juntos, jugaban en el recreo y se protegían mutuamente. Con el tiempo, la actitud de Enrique comenzó a cambiar. Ya no era tan rebelde ni desobediente como antes.

Se esforzaba por ser un buen amigo para Valeria y para los demás compañeros también. Un día, durante una actividad escolar, Enrique notó que uno de sus antiguos amigos estaba molestando a Valeria nuevamente.

Esta vez no dudó en intervenir: "- ¡Ya basta! No permitiré que nadie te haga daño!" Su valentía inspiró a otros compañeros a defender lo correcto también. Valeria miró a Enrique con admiración en sus ojos. "- Eres increíble, gracias por estar siempre ahí para mí.

" En ese momento, Enrique se dio cuenta de que lo más importante no era ser rebelde o causar problemas, sino cuidar y proteger a quienes queremos. Con el paso del tiempo, la amistad entre Enrique y Valeria se convirtió en algo más especial.

Descubrieron que tenían mucho en común, compartían risas y secretos como dos cómplices inseparables. Y así fue como un niño problemático encontró su camino hacia la bondad y el amor gracias a una amistad verdadera e inquebrantable con Valeria.

Juntos demostraron que incluso las personas más difíciles pueden cambiar si encuentran la luz del cariño y la comprensión en sus corazones.

FIN.

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