El cambio de Justin


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un chico llamado Justin. Desde pequeño, Justin era conocido por ser muy insano. Siempre estaba causando problemas, rompiendo cosas y molestando a los demás niños del pueblo.

Nadie quería jugar con él y todos lo evitaban. Un día, mientras caminaba por el bosque cercano al pueblo, Justin se encontró con una extraña criatura que le habló.

- ¡Hola! Soy Nuv, ¿cómo estás? -dijo la criatura con una sonrisa amigable. Justin se sorprendió al principio, pero luego comenzó a conversar con Nuv. La criatura le contó sobre la importancia de ser amable y respetuoso con los demás, y cómo sus acciones afectaban a quienes lo rodeaban.

- Pero yo siempre fui así, ¿cómo puedo cambiar ahora? -preguntó Justin preocupado.

Nuv le explicó que siempre es posible cambiar para mejor si uno está dispuesto a hacerlo y puso en marcha un plan para ayudar a Justin a convertirse en alguien nuv (bueno).

Durante semanas, Nuv enseñó a Justin sobre el valor de la amistad, la importancia de pedir perdón cuando se comete un error y cómo ayudar a los demás puede traer felicidad tanto a ellos como a uno mismo. Poco a poco, Justin fue cambiando su actitud y comenzó a aplicar las lecciones que había aprendido. Un día, cuando regresaron al pueblo juntos, todos notaron el cambio en Justin.

Ya no causaba problemas ni molestaba a los demás niños. En cambio, se disculpaba si cometía algún error y trataba de ser amable con todos.

Los niños del pueblo pronto empezaron a acercarse nuevamente a él y descubrieron lo divertido que podía ser jugar juntos cuando todos se trataban con respeto. La transformación de Justin inspiró a otros niños del pueblo a seguir su ejemplo e incluso aquellos que antes lo evitaban comenzaron también a darle una oportunidad.

La bondad de Justin se extendió por todo Villa Esperanza gracias al consejo sabio de Nuv y la voluntad del chico de cambiar para mejor.

Y así fue como aquel chico insano llamado Justin se convirtió en alguien nuv que llenó su vida y la de los demás con amor y alegría. Y aunque todavía cometiera errores de vez en cuando, siempre estaba dispuesto a corregirlos y aprender de ellos para seguir creciendo como persona.

Desde entonces, cada vez que alguien en Villa Esperanza necesitaba ayuda para cambiar o mejorar algo en sus vidas recordaban la historia de cómo Justin pasó de ser insano a nuv gracias al poder transformador del amor y la amistad verdadera.

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