El cambio de Lucía
Había una vez una niña llamada Lucía. Aparentemente, era una niña feliz con una vida usual, pero había algo que no iba bien: su relación con su gatito, un pequeño y travieso felino llamado Mimoso. Lucía, en lugar de jugar con él o acariciarlo, solía gritarle y hacerle bromas pesadas.
Un día, tras una de sus actitudes crueles, Lucía se sentó en su habitación, sintiéndose incomprendida. Mimoso había huido asustado a un rincón, mirándola con esos ojos grandes y tristes. De repente, Lucía se dio cuenta del daño que estaba causando.
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FIN.
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