El cambio de Martín
Había una vez en las montañas de Ecuador, un contrabandista llamado Martín, que se dedicaba a cruzar la frontera con licor ilegal para venderlo en el país.
Martín era conocido por su astucia y valentía al sortear a los policías y a la justicia ecuatoriana en sus travesías. Una noche oscura y fría, Martín se encontraba escapando de las autoridades cuando decidió adentrarse en una comunidad indígena para despistar a los perseguidores.
Mientras caminaba entre los árboles, escuchó el sonido de un arroyo y decidió seguirlo. Finalmente, llegó a un pequeño claro donde vio una humilde choza iluminada por una tenue luz.
Al acercarse, Martín fue recibido por una anciana indígena llamada Rosa, quien le ofreció comida caliente y refugio para pasar la noche. A pesar de su reputación como contrabandista, Rosa vio más allá de eso y decidió ayudarlo en su momento de necesidad. "Gracias por tu bondad, Rosa.
No esperaba encontrar tanta generosidad en medio de mi huida", dijo Martín con gratitud. "Todos merecemos una segunda oportunidad, Martín. Sé que has cometido errores, pero también sé que tienes la capacidad de cambiar tu camino", respondió Rosa con sabiduría.
Durante esa noche, Martín conversó con Rosa sobre sus experiencias como contrabandista y cómo había llegado a ese punto en su vida. La anciana escuchaba atentamente y le brindaba consejos llenos de sabiduría.
A la mañana siguiente, antes de partir hacia su próximo destino, Martín le prometió a Rosa que intentaría cambiar su forma de vida y buscar un camino más honesto. Agradecido por la hospitalidad recibida, dejó parte de su mercancía como muestra de gratitud.
Con el corazón lleno de esperanza y determinación, Martín continuó su viaje por las montañas, esta vez sin temor ni culpa en su conciencia.
A medida que avanzaba hacia el horizonte, recordaba las palabras sabias de Rosa y se comprometía consigo mismo a ser mejor persona. Desde aquel día, Martín dejó atrás el contrabando y se convirtió en un comerciante honesto que trabajaba duro para ganarse la vida dignamente.
Siempre recordaría aquella noche en la comunidad indígena como un punto clave en su transformación personal. Y así termina esta historia inspiradora sobre cómo el encuentro con la bondad y la comprensión puede cambiar el rumbo de nuestras vidas hacia un camino más luminoso y lleno de oportunidades.
FIN.