El cambio de Mateo
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un niño travieso y rebelde llamado Mateo. Mateo era conocido por ser desobediente, no respetaba las normas de la escuela y siempre se metía en problemas con sus maestras.
Un día, la directora de la escuela, la señorita Rosa, decidió llamar a los padres de Mateo para hablar sobre su comportamiento. Los padres de Mateo, preocupados por su hijo, prometieron tomar medidas para ayudarlo a mejorar.
Mateo no estaba contento con esta situación y se sentía aún más frustrado. Esa misma tarde, mientras caminaba por el parque del pueblo, se encontró con un anciano sabio que solía contar historias a los niños del lugar.
"-Hola Mateo, veo que estás algo preocupado. ¿Qué te pasa?" -preguntó el anciano. "-Mis maestras dicen que soy malcriado y desobediente. No entiendo por qué siempre tengo que hacer lo que ellos dicen", respondió Mateo con gesto enfadado.
El anciano sonrió y le dijo: "-Mateo, las reglas existen para protegernos y enseñarnos cómo comportarnos correctamente. Tus maestras solo quieren lo mejor para ti. "Mateo reflexionó sobre las palabras del anciano mientras regresaba a casa.
Al día siguiente en la escuela, decidió prestar atención en clase y seguir las instrucciones de sus maestras. Para sorpresa de todos, Mateo comenzó a participar activamente en las actividades escolares y mostró un cambio positivo en su actitud.
Con el tiempo, Mateo se convirtió en uno de los mejores estudiantes de la escuela y ganó el reconocimiento de sus maestras y compañeros. Se dio cuenta de que al seguir las normas podía aprender muchas cosas nuevas y divertidas.
La señorita Rosa felicitó a Mateo por su progreso e incluso le otorgó un premio por su esfuerzo y dedicación. Desde ese día, Mateo entendió la importancia del respetar las normas y trabajar duro para alcanzar sus metas.
Y así, gracias a una mezcla de consejos sabios y voluntad propia, Mateo logró transformarse en un ejemplo para los demás niños del pueblo. A partir de entonces vivió felizmente aplicando lo aprendido cada día.
FIN.